Él no merecía eso, merece una vida de risas, amor y felicidad, y yo me encargaré de que él vuelva a sonreír, a amar, a ser inmensamente feliz, cueste lo que cueste.
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Capítulo 11: Era tan hermoso para ser verdad.
Aunque todo salió bien, no pudimos acabar al cien con la amenaza. Monroe se nos escapó, pero si acabamos con Kate y Gerald Argent, sin embargo, teníamos a Chris y a los agentes del FBI (cortesía de Rafael McCall) monitoreando los movimientos de la loca esa.
Los ciudadanos de Beacon Hills sabían de la existencia de los seres sobre naturales, y lo mejor de todo es que no tenían miedo, todo marchaba de maravilla.
Para celebrar el triunfo, la manada organizó un almuerzo, que por cierto igual fueron los adultos, incluyendo Deaton y el señor McCall, pero como dicen no todo lo bueno dura para siempre, lo sabía, sólo que me había olvidado de eso.
Me llamaron de Quántico para formar parte de una misión hasta Luisiana, era opcional el ir a aquella misión, la verdad nos iba a ayudar bastante, me dijeron que lo pensará, así que me dirigí hasta el patio trasero de mi casa para comentarle a Derek, y que me aconsejara, pero todo se fue a la mierda cuando escuché lo que Scott y él hablaban.
- ¿Cómo que te vas a ir Derek? – dijo Scott
Yo no podía creer lo que decía, tenía que ser mentira, no puede ser verdad, traté de tranquilizarme para que no descubran que yo estaba escondido escuchando su conversación.
-sí Scott, no me voy a quedar aquí en Beacon Hills- le contestó Derek, esto tiene que ser una maldita broma, Derek no puede hacer eso, no puede dejarme, yo, él me quiere, me ama.
- ¿y Stiles?¿ya le dijiste? - Derek miró a Scott con el ceño fruncido, eso Scott dile de mí, él no me haría algo así.
-¿Qué tiene que ver Stiles en esto?-le preguntó confundido, espera ¿qué?, estoy soñando ¿verdad?
-pues mucho Derek, se ha acostumbrado a ti, ¿cómo crees que reaccione cuando sepa que te iras? -le reclamó, él no contestó -oh, claro, al parecer no pensabas decirle, eres un maldito Derek Hale-le gruñó mi amigo. Sentía que me iba a dar algo, no quiero creer que esto es verdad.
-Stiles estará bien Scott-le aseguro, el mencionado negó con una sonrisa sarcástica dibujada en el rostro.
No Derek, no dijiste eso, ¿por qué me haces esto?
Eso fue suficiente, simplemente no signifiqué nada, todo fue una farsa, oh dios, dolía mucho, como el maldito infierno, me sentía usado, no sabía qué hacer.
Sentía el ataque de pánico inundar mi ser, pero no le iba dar el gustó, ni a él ni a Derek, lo odio, odio este sentimiento, yo... ya no quería estar presente, ya no tenía nada que hacer, así que me fui de ese lugar.
Al entrar me dirigí a mi habitación, mi papá me siguió
-Stiles, ¿qué sucede? -me preguntó al ver que empacaba cosas para llevar a Virginia, me aguanté la tristeza y fingí una sonrisa.
