Capítulo 50 - Vernos

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4 Meses después.

Narra Ross:

Mirando el cielo con el sol que me iluminaba en la cara, podía ver todo desde arriba, parecía como si toda la cuidad era chiquita, pero a medida que nos acercábamos se hacía más grande.

Azafata: Pónganse los cinturones, vamos a aterrizar – anunciando por el parlante.

Yo me lo puse y en un par de minutos ya estábamos aterrizando, mire hacia la ventanilla, ya habíamos llegado a destino, a mi hogar, Los Ángeles.

Azafata: Ya pueden bajar, bienvenidos a Los Ángeles, que tengan buen viaje, gracias por viajar con nosotros – sonriéndonos.

Me saque el cinturón, tome la mochila que tenia bajo mis pies y salí del avión, sentí un viento venir del sur, respire hondo y fui hacia adentro del aeropuerto a buscar mi maleta. Espere unos segundos hasta que salieran todas las valijas y cuando vi la mía, la tome y camine hacia la salida. Nadie me iba a venir a buscar, porque no quise, así que tome un taxi y le di la dirección. Espere una hora mirando hacia la ventanilla hasta que llegamos a destino, a la casa de mi Laura.

Ross: ¿Cuánto es? – sacando la billetera.

Chofer: 200 Pesos señor.

Ross: Bien, acá tiene – dándoselos – Gracias – salí del coche, tomando mi mochila y mi valija que estaba en el baúl – Adiós – el taxi se fue y quede solo en la entrada de la casa de mi novia. ¿Qué diré ella? ¿Cómo la encontrare? Respire profundamente, estaba algo nervioso y subí los escalones para tocar el timbre. Se escucha que venía alguien, pero por la voz, no era Laura, si no Vanessa. Entonces abrió la puerta y se quedo en shock.

Vanessa: ¡Ross! – abrazándome - ¿Hace cuanto regresaste?

Ross: Recién – mostrándole la maleta y la mochila que tenia colgada - ¿Puedo pasar?

Vanessa: Si, por supuesto – haciéndose a un lado, pase y ella cerró la puerta - ¿Cómo estás?

Ross: Bien, ¿vos?

Vanessa: Súper – sonriéndome - ¿Cómo te fue en el viaje?

Ross: Genial, me divertí haciendo la canción nueva y los conciertos pero extrañe todo el tiempo a Laura.

Vanessa: Me imagino y me gusto el nuevo tema, te vimos por la tele.

Ross: ¿Sí? Qué bueno – sonriéndole.

Vanessa: Si, todos los conciertos nos vimos con Laura.

Ross: Hablando de ella, ¿está acá?

Vanessa: No, se fue de comprar con Raini pero ya deben estar por venir – sonriéndome - ¿Queres tomar algo de mientras la esperas?

Ross: Si, tengo mucha sed – riéndome – Quiero coca-cola.

Vanessa: Bien – yendo a la cocina, yo me senté en el sillón, dejándola la maleta y la mochila a un costado y prendiendo la tele, luego volvió con el vaso lleno de coca y unas papas – Seguramente también tienes hambre – poniendo las cosas en la mesita ratona - ¿Algo más? – negué con la cabeza mientras agarraba un puñado de papas y me las metía en la boca – Cualquier cosa busca en la cocina, yo me voy a mi casa – agarrando las llaves.

Ross: Cierto que ya no vivís más acá.

Vanessa: Exacto, vine porque me olvide un par de libros – mostrándome el bolso que llevaba – Y algunas cosas más, de a poco llevo todo.

Ross: ¿Cómo vas con la nueva casa?

Vanessa: Bien, adaptándome – riéndose – Pero bien, me gusta estar un poco sola y tener mi privacidad.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora