Mi vida

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Drogas, hace poco que estoy intentando dejar mi adicción.
Me he drogado desde los 15, hoy a los 23, con una hija por nacer, con ofertas de trabajo escasas y con ayuda de una asociación social. He intentado salir adelante, pero me cuesta, amo a mi señora pero aveces se me escapa la mirada. Las chicas se visten de forma agasajadora para la vista.
Soy humano, y poca es mi confianza en mi autocontrol, las mujeres y las drogas sé serán mi perdición.
Hoy, justamente es el día en que mi hija nacerá. Pero eso aún no lo sabía al comienzo de la jornada.
-Son las 6 de la mañana, levantate papu, vas a llegar tarde al trabajo- Me decía mi señora mientras sonaba el despertador.
-hola amor- dije, antes de besarla.
-enseguida te voy a preparar el desayuno
-gracias amor, te amo- le dije antes de levantarme de la cama e irme en dirección al baño.
Siempre me lavaba la cara, peinaba y hacia lo demás antes de desayunar.
Pero sabia que mi mujer y mi futura hija me necesitaban. Por ese motivo tuve que tragar mi orgullo y volver a mi hogar, antes de las drogas era un joven de clase media con una familia y un futuro prometedor.
Mis padres que me amaban, se apartaron cuando se enteraron de mi problema. Desde hace más de 5 años que nos los veía.
Pero la necesidad de trabajo y una estabilidad económica, además de que les conté de su futura nieta, hicieron que mis padres me aceptasen devuelta.
Estaba trabajando en el taller familiar. Mi padre era un mecánico, y con esfuerzo puso en marcha por el año 2000 sus sueños.
Pero hoy, al mirarme al espejo y ver mi rostro, algo en el era diferente. Me pase las manos por la cara, lo que me dejo ver reflejado en el espejo las marcas de mi pasado.
Me perseguían, y a pesar de que ya habían pasado más de 15 meses, el recuerdo de esa "sensación" no se borraba de mi mente.
Ese era el poder de las drogas, te amarran en el fondo de un mar de desesperación.
El desayuno, a pesar de consistir de un simple café, me reconfortaba y "llenaba", ese calor del café caliente calentaba mi corazón por decir de alguna manera. Sé que suena cursi pero en ese entonces era lo que sentía.
Salí en mi moto camino al taller, por el camino me cruce muchos oficiales, y personas que corrían con desesperación para alcanzar los colectivos que los llevarían a sus trabajos.
Ese dia parecía normal, llegaron varios autos con problemáticas diferentes, pero mi padre mecánico experimentado, se las apañaba para encontrar la fuente de cada uno de ellos.
Cerca del mediodía me llego una llamada de mi madre, hablaba muy rápido.
-ven rápido, Laura rompió bolsa, nos vamos al sanatorio de La Trinidad.
Emocionado después de escuchar semejante noticia le dije a mi padre con una sonrisa: - voy a ser padre. Y Salí corriendo, tome el casco y subí a la moto. Acelerando con muchas ganas, pero al pasar por un semáforo he intentar frenar...
Lo último que recuerdo es esa sensación de dolor extrema y luego, mis dolores desaparecieron.
Ese día fue el último, dicen que una vida debe desaparecer para dar paso a otra, ¿quién sabe quizás sea así?

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2020 ⏰

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