Porque las emociones brillan.
Eso lo sabia muy bien Emma, durante toda su vida, su mundo siempre fue gris, no conocía esa emoción tan importante llamada amor, ni siquiera la entendía, y aún así la anhelaba. Fue hasta que lo conoció a él, que su mundo se volvió dulce, y todo a su alrededor brillaba.
—¿Otra vez te vas a casa? — Gilda preguntó, mientras guardaba sus cosas.
—Si, ya sabes que mi pareja me esta esperando — Emma sonreía radiantemente, Gilda se sintió bastante confundida ya que en el tiempo que la había conocido, no la había visto tan feliz.
—Ya veo, espero que pueda conocerlo pronto — Dijo ella mientras tomaba el bolso — Y espero que pronto puedas sacar un poco de tiempo para mí— Emma asintió levemente, para que ella se fuera satisfecha.
Emma tomó su bolso para ir a su trabajo numero dos, vivir en pareja no era nada fácil ni barato, era la primera vez que tenía tanta responsabilidad, así que tenía que asumir todos los gastos por el bien de su pareja.
—Buenas tardes, Emma — Y su compañero de trabajo se acercó a ella para saludarlo.
—Buenas tardes, Norman — Emma sonreía hacia él, mientras él le regala una sonrisa suave.
—¿Tienes tiempo este sábado? — Preguntó él, mientras ella ladeaba la cabeza.
—¿Por qué? — Preguntó confundida.
—Me gustaría que fuéramos juntos a ver una película, y quizás luego a cenar — él la invitó a salir, Emma lo miró algo extrañada, no pensaba que pudiera gustarle a su compañero de trabajo.
—Lo siento, yo ya tengo a alguien que me gusta — Ella agachó levemente su cabeza, haciendo que los sentimientos del chico que quebraran.
—Oh, ¿y es serio? — Cuestionó él, algo asombrado.
—Estamos viviendo juntos — Ella sonrió de nuevo, recordando su vida de casa.
—Ah, entiendo — Y él tenía una mirada incomoda, después de todo era de esperarse, Emma solo tenía 16 años —¿Por eso tienes 2 trabajos? —preguntó él, Emma asintió levemente.
—Las cuentas no se pagan solas, tampoco la comida — Ella seguía con su aura brillante.
—¿Tu novio no trabaja? — Emma negó levemente.
—No, él no trabaja — Y Norman se puso un poco serio.
—Entonces no parece ser un buen partido — Al decirle aquello, se alejo de ella, un poco molesto por haber sido rechazado.
Emma no le presto mucha atención, después de todo, su pareja era el mejor partido del mundo, aunque no trabajara, ella sola podía hacerse cargo de todo, creía firmemente eso.
El trabajo en el restaurante era bastante pesado, e incluso salía muy tarde, eso siempre lo lamentaba, pero Emma se esforzaba igualmente, si quería mantener su dulce vida, tenía que aguantarlo, sin importar lo duro que fuera. Incluso si sus compañeras le tenían envidia y hablaran de ella, incluso si Norman dejaba de ser amable con ella por ser rechazado, incluso si su jefa le ponía a trabajar en los trabajos más pesados y la obligaba a lavar los baños.
Ella salía de trabajar cuando la luna estaba en todo su cenit, y se apresuraba para llegar a casa, mientras corría a toda prisa por poder alcanzar, los últimos días siempre que llegaba a casa, encontraba a su amor profundamente dormido junto a la puerta, y eso le rompía el corazón.
Una vez que logró llegar, abrió la puerta con delicadeza, por si lo encontraba durmiendo de nuevo en el corredor.
—¡Bienvenida! — Su dulce voz llegó a sus oídos, lo que hizo que el cansancio se fuera de inmediato, con solo verlo, su corazón se aceleró, y todo en el mundo volvía a estar bien.
—Regrese, Ray~— Ella se agachó para ponerse a su altura.
El niño pequeño, de aproximadamente cinco años se acerco hasta ella para abrazarla fuertemente.
—Tardaste mucho, la comida se enfrió — Le reprochó el niño, mientras sus mejillas se inflaban.
—Ray, te dije que no podías usar la estufa— Emma enarcó sus cejas, pero el niño negó suavemente.
—No use fuego, solo use el microondas — Aún así, Emma estaba muy preocupada.
Ambos fueron hasta el comedor, donde encontró la cena servida, los vegetales estaban mal cortados, y la sopa quedo medio hecha, pero para ella, ese gesto era realmente significativo.
—Gracias Ray, pero la cocina es un lugar peligroso para los niños — Ray bajo su cabeza algo deprimido.
—Solo quería ayudar — Emma sentía que su corazón se derretiría con tanta dulzura.
—Y te lo agradezco mucho, pero si llegas a quemarte o a lastimarte, me sentiré muy mal — Ella acaricio suavemente su cabeza —Prométeme que me esperaras — Ray asintió levemente.
—Pero te ves muy cansada — Y esos ojos violetas que brillaban con tanta intensidad y que se morían de preocupación por ella la hacían sentir bastante bien.
"Esto definitivamente es amor", pensaba ella mientras lo abrazaba y acariciaba sus mejillas.
—Te quiero tanto Ray, solo necesito verte para que mi energía vuelva, dejaré la cena hecha a partir de mañana — Ray asintió levemente a la petición de la chica.
Emma no tardo en arreglar el desastre y hacer la comida para ambos, Ray sonreía al comer lo que ella le preparó, lo que la hacía bastante feliz. Una vez terminaron de comer, Ray le ayudo a lavar los platos y lo que habían utilizado, claro que bajo la supervisión de Emma. Después ambos iban a tomar un baño.
Emma acariciaba ese hermoso cabello, mientras el niño jugaba con el patito en la bañera, ella era feliz de verlo sonreír, él parecía tener curiosidad por el juguete, por lo cual, ella agradecía haberlo podido comprar, para poder apreciar ese hermoso momento con su adorado Ray.
Luego ambos se ponían el pijama mientras Emma secaba su negro cabello, Ray se removía un poco por la caricia, luego, ambos se metían juntos en la cama para poder dormir una noche pacífica.
—En la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separé, juro que te amaré — La pequeña voz del niño, haciendo esa promesa, era lo mejor del día, los ojos de ella brillaban en la oscuridad al oírle recitar su voto de amor eterno.
—Prometo que siempre te amaré — Ella cerraba los ojos, sintiendo la cara del pequeño acercarse a ella y juntar sus labios en un pequeño beso.
Ray soltaba una leve risa, él se oía como un ángel para ella, luego ella lo rodeaba con sus brazos y se dormían profundamente hasta el otro día.
Emma volvía a su rutina, se levantaba temprano para hacer el desayuno, el almuerzo, y esta vez la cena y dejarla preparaba y organizada para que Ray no pasara hambre. Antes de salir, se acercaba al pequeño y besaba su frente, deseando que llegará rápido la noche para poder verlo de nuevo.
Salió de la casa con dirección al colegio, cuando algo llamó su atención, una chica de cabellos oscuros que vestía un horrible saco negro y que repartía panfletos. Ella paso a su lado y recibió aquel papel, miró el cartel donde una foto donde su amado Ray aparecía, al parecer la chica lo estaba buscando desesperadamente.
—Es mi hermano — La voz rasposa de ella la asustó un poco — Si lo ves, llámame, por favor — Emma asintió, caminando rápidamente para alejarse de su vista.
Un sentimiento con un sabor amargo la inundo, aquella chica quería arrebatarle a su preciado amor, pero ella no la dejaría, se aseguraría que aquella chica nunca encontrará a su amado.
"Nadie destruirá este castillo que he construido, esta es mi happy sugar life"
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Basado en Happy sugar life :v
Pude hacerlo al contrario, pero se me hizo mas lindo así (?)
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Toxico
FanficPorque las emociones brillan y el amor es el sentimiento más hermoso del mundo. Te protegeré de todo mal aunque no quieras ser salvada. No te dejaré ir jamás, porque eres únicamente mio. Incluso aunque amo este lugar con toda mi alma, con gusto h...