One Shots {Larry Stylinson}

71- Mi amor es tuyo.

-Tienes que ser fuerte ¿Sí? –Le dijo a su amigo-

Y es que él quería ser la razón de las lágrimas de Harry. Él quería que fuera el en quien pensara todo el día y noche. Pero no.

Su mejor amigo estaba enamorado de otra persona.

-No puedo Lou –Lou... se escuchaba tan bonito cuando él lo decía- Nunca seré correspondido.

Harry sabía que su mejor amigo Louis, el mismo que estaba allí consolándolo, nunca se iba a fijar en él.

-¿Cómo vas tú con tu chico? –pregunto con algo de celos. Pero se mordió la lengua y gracias a Dios el castaño no los noto-

-Él tampoco me corresponde –Harry sintió un nudo en su garganta ¿Quién rayos no le correspondería?- Pero no importa, él está enamorado de otra persona.

Y allí estaban los dos. Sufriendo por su mejor amigo. Por ellos mismos.

-A veces me gustaría acabar con todo esto –susurro Harry para sí mismo. Pero error. Fue escuchado por su amigo.

-Hagámoslo –contesto-

El rizado lo miro raro ¿Ósea que? Solo eran dos adolescente de 15 y 16 años.

-¿Qué? –Pregunto incrédulo-

-Que acabemos con todo. A veces duele más el dolor del alma que el físico –susurro-

-No –dijo- Pero mis piernas dicen lo contrario.

Harry lo medito. No perdía nada. Allí estaba su amor, diciéndole que estaba dispuesto a morir con él, por otro idiota. Y es que Harry tenía un admirador. Siempre le mandaba cartas pero este solo las ignoraba y las rompía. No le importaba, ni siquiera las terminaba de leer.

Louis pensaba que si su amor le decía que sí. Era capaz de todo. Le había mandado cantidades de cartas a Harry, siempre firmaba con una L al final. Pero este las rompía delante de él. Hubo una vez que al final puso su nombre completo junto con un "sé que no me correspondes" pero el rizado ni siquiera la había leído completamente.

Entonces ¿para que valía la pena vivir?

-¿Listo?

No había vuelta atrás. Solo faltaba el que se pasaran la afilada navaja por la muñeca y todo acabaría.

Un, dos, y tres. Ambos chicos pasaron la navaja lo más profundo que pudieron verticalmente. La sangre de ambos comenzó a salir de una manera escandalosa.

-Te amo a ti Harry Styles –comento Louis-

El rizado se sorprendía por sus palabras.

-Yo también te amo a ti Louis Tomlinson.

El castaño sonrió.

Ambos eran correspondidos.

Pero era demasiado tarde. Habían perdido demasiada sangre.

-Te amo –susurraron los dos al mismo tiempo-

Y murieron.