VI Capítulo: ¡Cumpleaños felizmente lascivo!

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6 años de edad, miré el salón decorado y fruncí el ceño, que no, que no me gustaban las fiestas, esto era lo más horrible que podría pasarme en mi cumpleaños ¿No se supone que debía ser un buen día? Baba había rebasado el límite de buen abuelo invitando a príncipes, Reyes con sus séquito de hombres, princesas y demás. Conocía a la mayoría de esas personas pero jamás me la llevé bien con alguno, ni siquiera el príncipe Alij hijo de Rahej y Müri, amigos íntimos del abuelo. Ese niño era muy tierno y simpático, demasiado para mi propio gusto y solo con eso me hartaba su presencia. Tenía 2 años más que yo y me seguía a todos lados como perro faldero cada vez que venía a casa con sus padres o a una fiesta que preparaba el abuelo o alguna que me hacía ir junto a él.

Quita esa cara de perro y anímate—, me riño baba sujetando mis hombros y haciéndome caminar—, solo serán unas horas hasta las 5pm, luego te daré mi regalo—, ¿Regalo? ¿Que regalo iba a darme baba? Desde que Rakj y Dannha eran nuestros sumisos me gustaba ponerlos a follar frente mío sólo para presenciar el acto, eso pasaba eventualmente, pues, me aburría a ratos con tanta clase que me hacia ver mi baba. Antes de que pudiera preguntar cuál era el regalo Jereh apareció haciendo una reverencia e indicando que los primeros invitados habían llegado—, ánimo...—Volvio a decir baba y así pasaron 1 hora y media en la que estaba en esa maldita silla saludando y recibiendo invitados.

Harto de todo aquello me levanté importandome poco su estaba siendo un mal educado y falta de respeto, estaba cansado y baba me escucharía. Aún así no lo encontré por ningún lugar de la fiesta, fruncí los labios y me encogí de hombros comenzando a mirar a todos desde mi lugar. Trataba de taparme lo más que podía con el trapo que envolvía mi cabeza y buscaba huir de la muchedumbre, si baba no estaba y había huido ¿por qué yo no? Malicioso y calmado hice todo lo que pude para terminar vía a mi alcoba ¿Mi sorpresa? Encontrarme una habitación semicerrada y voces cuchicheando. Mi primer instinto fue entrar y saber quién osaba de inrrumpir mi casa, la fiesta no era aquí, debian irse ya quien quiera que estuviera ahí, lo que me encontré fue sumamente curioso. Alij, mi tiernamente irritante conocido, incado chupándole la polla a su primo Joseph, un niño de 7 años más que él.

Sonreí sentándome en la esquina de la habitación admirando la escena ¿Como es que antes no me había dado cuenta de esto? ¡Ahora todo tenía sentido! ¡Alij era gay y le gustaban las pollas! Era como Rakj, quizás... ¿Se dejaría meter la verga? Eso fue mi segundo pensamiento.

Esa boquita, Al—, murmuraba Joseph entre cortado por el inminente placer que le provocaba la pequeña garganta de su primo. Fue sumamente curioso ver todo aquello, estaba disfrutando de aquel expectaculo. Reí cuando Joseph se corrió en la boca de Alij, aplaudo cínico por lo que los había visto hacer. El mayor estaba nervioso, no sabía que decir, el menor de los primos seguia degustando la polla pequeña de Joph quien se la quitó de la boca y la guardo en su pantalón.

Calladitos... Chupasela a Alij y no diré nada Joseph o puede que si—. Ellos bien sabían que no podían amenazarme, mi tierno conocido se sonrojo y se encogió de hombros, a él no parecía importarle nada. Pero le agradaba la idea de que por fin Joph se la chupara y así fue, aunque no duró mucho pues me aburrí y me fui ahi dejándolos sin más. Aunque me causará curiosidad saber más de aquello comenzaba a tener ganas de ir al baño y el aburrimiento aún seguía en mi cuerpo.

Hasta ahora ese había sido el mejor cumpleaños feliz, con aquel toque de lascividad al encontrar al abuelo en mi habitación dejando un montón de libros en mi habitación, aquella era la dichosa sorpresa y yo estaba feliz por haberla arruinado.

Ll.

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