𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜, 𝙼𝚊𝚑𝚎 (2)

17 4 2
                                    

Pañuelos usas y más pañuelos usados cubrían totalmente la cama que antes yacía limpia y ordenada, pero con ese castaño encima..

El azabache solo suspiraba por lo bajo, cargando una bandeja entre sus manos con una humeante y apetitosa sopa de pollo. No era el mejor chef, pero esta vez no le había salido nada mal.., siempre que se trataba de Rubius era así. Le tiene mucho cariño.

Cuando el azabache llegó a la habitación del de perlas verdes, rió sin poder evitarlo. Le parecía bastante cómico verlo estornudar cada 5 segundos, terminando caja tras caja de pañuelos.

-N-No- -estornudo-no te rías, cabrón.

A él no le hacía ni puta gracia sentir como si pimienta le tiraran en toda la nariz, haciéndolo estornudar descomunalmente.

El de anteojos solo dejó la bandeja encima suyo, trayendo la silla gamer del más alto para sentarse a su lado, o eso era lo que intentaba. Podía quererlo mucho pero tampoco quería que le contagiara el resfriado de esa manera.

-Lo siento, pero te veh muh gracioso, Rubiuh -ríe-ahora atente a lah consecuenciah de no hacerme caso.

Dijo esto con aires de superioridad, acomodándose mejor en la silla para hacer voto a su actuar.

Rodó los ojos, soplando su nariz con un pañuelo, tomando la cuchara para empezar a tomar de ese caldo preparado por él, aunque debía admitir que tenía buena pinta. Su incesante mirada la sentía muy dentro, este optó por ignorar ese sentimiento lo más posible.

Pero algo en su cabeza hizo "click", sintiéndose culpable en solo segundos.

Esto no pasó por alto para el morocho, que con solo ver su rostro supo que algo no andaba bien.

-¿Rubiuh? ¿Qué sucede?

-La arruiné, ¿verdad..? -estornudo- t-tu cita con Beatriz -a pesar de su voz congestionada, se le entendía bien y daba a notar su culpabilidad.

Mangel solo sonrió, levantándose de la silla para revolver sus suaves cabellos castaños. Cabe recalcar que este odia aquello, pero solo esa vez se lo permitiría.

-No te preocupeh, yo no te dejaría por un par de tetah. Tú ereh máh importante. Ademáh, ni te podíah levantar, gilipollah -rió volviendo a sentarse en esa silla prestada, sin quitar esa sonrisa tranquila.

"Para ti no solo era una chica del montón, lo veo en tus ojos.." pensó en castaño, riendo levemente y negando con la cabeza. Podía engañar a todos, pero menos a él.

O eso es lo que creía.

-Gracias, Mahe.

No dijo nada más y solo se dispuso a tomar la sopa hecha por él, estando en verdad agradecido por tener a alguien como él como.. amigo.

-Axva.

Gʀᴀᴄɪᴀs, Mᴀʜᴇ || RᴜʙᴇʟᴀɴɢᴇʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora