Han pasado aproximadamente quince años desde la coronación del Emperador "Jeon YoonGi". El bello omega de ahora treinta y tres años dio a luz a cuatro hijos, todos varones. Y actualmente se encontraba en estado de embarazo de un quinto.
Sin embargo...
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Un omega con los ojos llenos de lágrimas observaba como sus hijos mayores y su pareja destinada entraban a la habitación de este último. El verlo lo afecto, y una ola de sentimientos se adueñaron de su interior
Sentía dolor, impotencia y duda, pues aquella incertidumbre acerca de si hizo lo correcto seguía ahllí. Así mismo, la emoción que primaba en su interior era la tristeza pues no era fácil entender y dejar ir alguien por su propia felicidad
De igual forma, en su interior aquel brllo lobo blanco se encontraba sollozando de dolor, pues en su memoria no paraba de reproducirse los recuerdos de aquella noche en la que encontró a una persona con una prenda de su pareja y en lo más profundo de su interior esperaba que su sentir llegué el lobo de su pareja para que éste le ayudara a hacer entrar en razón a su portador
Caso contrario las consecuencias para ambos, tanto lobos como portadores serían fatales
Los segundos pasaron el ya se encontraba en la puerta de su habitació, sin embargo aún no entraba en la misma. Unos pasos que se acercaban a él llamaron su atención e inmediatamente limpió las lagrimas con él dorso de su mano para que aquella persona no descubriera su dolor
-Jimin ¿estás bien? -cuestionó una voz femenina
El Omega volteó a ver de quién se trataba y se encontró con los ojos marrones, una cabellera del mismo color y el rostro confecciones un poco más maduras que cuando la conoció. Evidentemente la princesa había cambiado con el pasar de los años, al igual que él y a pesar de que físicamente su hija tenía cierto parecido con ella; la actitud de ambas era diferente y eso era algo que Jimin tenía bastante en claro
Él ya no era el mismo y aquella ingenuidad había quedado atrás, en lugar de eso la desconfianza había tomado fuerza en su percepción y no era para menos. Pues a lo largo de los años la princesa no había demostrado quererlo cerca, sin embargo desde hace ya varios meses atrás no hubo ningún malentendido o problema entre ambos
Sin perder, tiempo la princesa Haneul lo rodeó con sus brazos, tratando de reconfortarlo mediante un abrazo. Aquella acción confundió al rubio, pues era la primera vez que lo ese día ese tipo de afecto de parte de ella
Por lo mismo, la interacción no duró mucho ya que jimin separó, rompiendo el contacto
-Si me disculpa tengo que ir a cuidar a mis hijos -se excusó para después entrar a su habitación
Lo primero que hizo dentro de su habitación fue observarár a sus pequeños con cuidado, después se acercó y depósito un beso en la frente de cada uno
Aquellos pequeños significaban mucho para él, no sólo eran los príncipes de la dinastía Jeon. Sino, que eran sus hijos y eso para él tenía mucho más valor qué cualquier otro título que ellos pudieran portar
Él sabía qué haría lo que fuera por cada uno de sus hijos y no se perdonaría si algo les llegará a pasar. Por lo mismo, tenía que permanecer fuerte, aunque por dentro tuviese muriendo
