Ahí estaba yo, tumbada en la cama, como todas las noches, mirando al techo, pensativa, la música alta, los ojos cerrados y la luz apagada.” No intentes ser especial, no destaques y te irá bien, es un consejo“ esas palabras retumbaban en mi cabeza cada día y no soy capaz de sacarlas de ahí. ¿Qué mierda de consejo es ese, joder? Te enseñan que ser diferente no es malo, al revés, que cada uno es como es y hay que respetarlo. Hasta hay personas que dicen que hay que ser especial y no ser como todos, dejar una huella por donde pases y ser recordado por lo que fuiste. Mis padres no tienen esas ideas, piensan que ser diferente es malo, como si fueses un bicho raro. Yo no pienso así. Y sé que mis padres no están muy orgullosos de mi. Soy su segunda hija, la primera, mi hermana ,Nataly, ella fue quién me dijo esas palabras antes de mudarse a Londres hace unos días, además es licenciada en la universidad más prestigiosa de bla bla bla , no es una información demasiado importante. Luego estoy yo, tengo 16 años y pienso que cada persona es especial a su manera, no parecen unos pensamientos muy particulares pero en mi familia eso no encaja. Y… mierda, ya ha llegado, todos los días la misma hora 23:30. Ahora mirará en el fregadero, se quejará de que no haya fregado los platos, se irá a cambiar a su habitación pero antes al escuchar mi música “demasiado alta” vendrá a mi habitación a quejarse para no variar en 3,2,1… juusto!
- Hola mamá, tan puntual como siempre
- Hola cielo, ¿qué tal el día?- notaba su voz mas apagada que de costumbre, tenía la mirada perdida, en cualquier otro lugar que no fuese mi habitación a esas horas de la noche.
- Pues como siempre, clases aburridas y nada nuevo que contar- y decía la verdad
- Ah, muy bien hija, tan habladora como siempre… te importaría bajar la música e ir a lavar los platos porque no pretenderás que los vaya a recoger yo y si no te cuesta mucho trabajo ordenar un poco a lo que tu llamas “habitación”- definitivamente la pasaba algo
- Mamá, ¿estás bien?
- Sí estoy bien cariño, ¿por qué lo dices? Solo estoy cansada…y un poco harta de decirte siempre lo mismo, es agotador ¿sabes?- me miró a los ojos como ausente
- Mama, que nos conocemos ¿Qué he echo ahora?
- Nada hija que no es nada, cuándo venga papá hablamos ¿ vale? .Bueno mejor mañana por la mañana que estoy muy cansada
Las buenas noches, un beso, un “te quiero” y desapareció por la puerta de mi habitación.
¿Qué habrá querido decir con eso de qué cuando estuviese papa hablabamos? En lo que se refería a nosotras si teniamos que hablar lo haciamos sin él presente, simplemente no lo creíamos necesario. Lo que significaba que esto era gordo y mucho. Con este pensamiento, la música ya un poco más baja, los platos sin lavar y la habitación sin recoger caí en un profundo y largo sueño hasta la mañana siguiente, esa mañana en la que si lo hubiera sabido no me hubiera despertado jamás.
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Volver a empezar
Teen FictionLuna es una chica de 16 años que no se lleva bien con sus padres ni con su hermana. Es una chica poco sociable, de ojos negros, con el pelo largo y castaño oscuro. Piensa que no encaja en su familia porque su forma de ser es totalmente opuesta a la...