Capítulo 2 - Linda muñeca + 18

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Marcos no hace más que irse del casino, yo vuelvo a mi asiento bajando el coraje con mi trago, respiro.

Sé que no es momento para perder el control

No puedo sacar el coraje que traigo con cualquiera porque podría matar a alguien como estoy hoy, además, de que me sale caro escuchar a mi padre hablar de la mala imagen que doy, aparte, tener que pedirles a los abogados que se encarguen del desastre, y ni hablar del dinero por retirar cada fotografía.

Paso el resto de la noche jugando y bebiendo, miro la hora y ya es algo tarde, así que decido escribirle a Isabel para saber de ella.

Yo: ¿Dónde estás?

Isa: ¿Puedes venir por mí?

Su respuesta me preocupa

¿Qué le habrá pasado?

Yo: ¿Dónde estás?

Isa: En las mariposas

Ok, tiene lógica porque quería salir a bailar

Yo: Ya pasó por ti, dame 5 minutos

Salgo del casino, me monto al auto y manejo de prisa, lo bueno de que sean las tres de la mañana es que no hay tráfico, ni policías; no demoro en llegar y antes de parquear puedo verla que está discutiendo con el imbécil de Miguel.

¿Qué es lo que les pasa a las mujeres?

Tomo mi celular y le escribo

Yo: Ya estoy aquí parqueado

No demora y recibo su respuesta

Isa: Ya voy

Llega en silencio, toda apagada y trato de no tocarle el tema porque no ha decidido contarme.

¿Qué le habrá hecho el maldito imbécil?

Veo que no quiere hablar así que le doy su espacio, conduzco directo a su casa y cuando me estaciono me mira con cara de niña golpeada, la abrazo y le doy un beso en la frente.

Ay mi niña, ¿hasta cuándo dejará de sufrir por un hijo de puta que no vale la pena?

La suelto viendo que me da una pequeña sonrisa, sale del auto, espero a que entre y me voy a mi apartamento.

Llego al edificio dejo parqueado el carro en mi estacionamiento, subo por el ascensor marcando el código privado, cuando llego me dirijo a la cocina, me sirvo un vaso con agua y lo llevo a mi habitación, me detengo en la puerta viendo que en mi cama está Laura.

¿Qué demonios está haciendo ella aquí?

Respiro frustrado

No se supone que tenía reunión familiar o una vaina así por el estilo

¡Dios!

Iniciará con reclamos

Me dirijo a la habitación de huéspedes tratando de evitarla, en el camino me encuentro con mi guardaespaldas.

—Señor

Le hago señas que haga silencio —No te preocupes Richard, solo dormiré en la otra habitación —informo y él asiente.

Con cuidado me meto a la habitación es la que suele usar Isa y Alexa cuando se quedan aquí; menos mal Laura nunca se le ha dado por estar de curiosa, porque se daría cuenta que las chicas tienen ropa aquí y yo tengo en su casa, así que menos gustaría de ellas.

Me quito toda la ropa, enciendo el aire acondicionado y me tiro en la cama, no sé cuánto tiempo pasa y quedo rendido.

Cuando me levanto no sé qué hora es, me meto al baño de este cuarto y me ducho, salgo en toalla, llego a mi habitación y no hay Laura por ningún lado, aprovecho entro a mi baño, me lavo los dientes, salgo y me tiro en mi cama en toalla; cuando estoy por cerrar los ojos, escucho la puerta abrir de golpe, volteo y veo a Laura con cara de revolver 38 cargado.

Frenesí en la Perla IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora