El Mito De La Vida

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Voy a morir. Qué curioso ¿no? Vale, tal vez no sea una gran sorpresa debido a que al fin de cuentas, todos vamos acabar en un hoyo o hechos cenizas en un tarro.

La diferencia a todo esto es que probablemente vaya a morir joven. Sí, esa fue la noticia que me esperaba en la sala de urgencias del hospital la semana pasada, pero por suerte parece que tiene solución: si desde ahora me dedico a cuidarme más, puede que mi esperanza de vida acabe por ser la misma que la de una persona normal.

Aún así hay algo que me sigue sorprendiendo de todo esto, y es que no sentí absolutamente nada cuando el médico me dio la noticia. Ni miedo ni tristeza. Lo que me resulta raro, porque cualquier persona normal a la que dan una noticia así, seguramente el primer pensamiento que se le pasa por la cabeza es el de aferrarse a la vida tanto como se le permita. Sin embargo yo no sentí una desesperación por seguir viviendo y no es porque odie la vida, aunque supongo que tampoco puedo decir que la amo, lo cual es en extremo perturbador y raro pues después de todo la vida es un regalo.

Un regalo, que palabra tan poco acertada para describir la vida, lo primero porque la palabra regalo te hace pensar que todo es emocionante y bonito, cuando eso está muy lejos de la realidad, a parte los regalos también pueden ser horrendos ¿quién no ha recibido nunca un regalo de cumpleaños que verdaderamente le espante? Siempre hay alguno por el que sentimos unas inmensas ganas de salir corriendo para devolverlo a la tienda. La vida no es un regalo, tampoco es lo más horrible que te puede pasar pero vamos, decir que es el mayor milagro me parece exagerar un poco.

Claramente hay personas que aman la vida y la disfrutan, pero no todos pueden decir eso. Aquellos que sufren acoso, robos, agresiones o que son asesinados estoy segura de que no te dirán que la vida es mundo de luz y de color, lo más probable que salga por sus bocas serán frases tipo "la vida es una mierda", "si lo llego a saber no nazco" u "ojala que todo esto acabe pronto", pero entonces ¿por qué nos dicen desde que somos pequeños, que debemos apreciar la gran oportunidad que tenemos por poder vivir?

Es curioso cómo los padres aman tanto a sus hijos que intentan por todos los medios que estos sean felices, algo que veo completamente normal, aún así es algo con cierto peligro. A ver, no somos tontos y de alguna forma u otra todos acabamos aprendiendo que la vida es un proceso de fases buenas, nefastas y regulares, pero es un hecho que todos empezamos esta lucha indefensos, con expectativas de cuento que al final acaban derrumbándose. Si desde pequeños nos enseñaran que la vida es complicada, que a lo mejor no vamos a tener suerte pero que tenemos que salir adelante, que la vida no es un regalo sino un rompecabezas de nivel de dificultad infinito, la cosas serían muy distintas.

Los padres cuando un niño es pequeño tienen dos opciones para enseñarles de lo que se trata este gran tetris que es la vida, la primera es de la que he estado hablando, la de que el mundo es un musical donde todos somos felices y todos acabamos consiguiendo lo que queremos, la segunda es la que podemos llamar Cuento Disney, donde les enseñamos que sí, que la vida es muy dura pero al final todo acaba bien porque el mal nunca puede ganar, y que la gente buena siempre acaba por hacerse con la victoria. Sinceramente no se cual es peor, la primera ya de por si te posiciona indefenso ante las garras de la sociedad y la segunda por su lado, te hace despreocuparte ante los problemas que tendrás porque al fin y al cabo todo se soluciona y el bien siempre se alza.

Si la vida fuera un regalo, no deberían existir la discriminación contra colectivos que son oprimidos por el simple hecho de querer expresar como son, no existirían los asesinatos de mujeres por el machismo, o asesinatos promovidos por el rencor, tampoco se robaría, ni existiría el racismo, la xenofobia, el hambre en el mundo, las guerras o los violaciones.

Es importante que dejemos de predicar este mito, que hablemos con sinceridad a los hijos aunque con moderación, debemos enseñar que vivir es complicado, no algo sencillo, por mucho que lo intentemos.

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