35. Una pausa.

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En este preciso instante, lo único que sentía era paz.

Paz y tranquilidad.

Suspiré un segundo y giré la cabeza para mirar a Dani de perfil, él estaba tumbado a mi lado en el césped, mirando las nubes.

Llevábamos así unos veinte minutos, en total tranquilidad.

Se sentía bien.

Dani giró la cabeza y me sonrió.

De veras esta parecía la típica escena de las películas románticas.

Y como si el mundo estubiera en mi contra el estruendoso timbre del MTS resonó en todo el jardín.

-Ensayo general en la sala 4.- se escuchó la voz de mi padre.

-Lo siento, tengo que irme.-susurró Dani antes de besarme y alejarse corriendo.

Ya solo quedaba una semana para la gran final.

Y todo el programa estaba revolucionado.

Por suerte había aprovechado estos días al máximo, y no habían ocurrido más desgracias. Bueno, si, el mar de lágrimas cuando le conté a Alba que yo no viviría con ella...

Pero prometimos vernos lo más posible y hablarnos siempre.

Durante esta semana los ensayos habían aumentado un montón. Los chicos tenían que estar preparados y mi padre, el coreógrafo y el compositor se habían vuelto más exigentes aun.

Las masas de fans en la puerta del edificio ahora era muchísimo mayor.

Todo estaba revolucionado. Pues la gran final del MTS se acercaba, y eso sería épico.

Yo me había dedicado a ignorar a mi madre cada vez que se hacercaba a mi con cara de mosquita muerta.

Durante estas semanas había tenido una pequeña pausa para disfrutar después del lío que se me vino encima.

Aun no conseguía acostumbrarme.

De repente sentí unas manos rodearme los ojos.

-¿Quien soy?-dijo una voz que ya me conocía más que de sobra, y automáticamente una sonrisa se instaló en mis labios.

-Uhm.. No se, no se... ¿Eres Felipe, el guardia?-pregunté divertida.

Él quitó las manos de mi cara y me giré para verle a los ojos.

-No puedo creer que no reconozcas mi voz.-funfurruñó.

-Oh, ¿cómo no te voy a reconocer? Si eres mi bebé gemeliers, Danielito.-le hablé como si fuera un bebé, a lo que él no pudo evitar reír.

Se acercó a mí y me besó.

-Aun no me acostumbro a tus besos.-susurré en sus labios y lo sentí sonreír.

-Te amo.-susurró.

-Te amo.-repetí aun sobre sus labios, y nos volvimos a besar.

* * *

-¡Ah! Aun no me lo creo tía, osea, y Daniel, esto parece una película, es tan cliché. Siempre supe que terminariais juntos.-exclamó Nuria por la otra línea del teléfono.

Synchronize Lips. [Gemeliers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora