Capítulo 31

1.1K 56 15
                                    

Dejé con desgana el helado de vainilla sobre la mesita de noche a mi lado. Seguramente mis labios lucían asquerosamente brillantes por el dulce, pero no me podían culpar en lo absoluto. Los jodidos antojos se intensificaba cada vez más y temía terminar rodando por todas partes.

Observé atenta el envase a medio vaciar e hice un puchero bastante dramático, llamando la atención de Harry a mi lado. Su sonrisa se fue al ver mi mueca y me repasó rápidamente con la mirada preocupado.

—¿Que pasa?

—Voy a engordar tanto, Harry, que no vas a quererme más y voy a tener que dejar mi trabajo, y también..

—Y vas a seguir siendo la mamá mas sexy del mundo.

Le lancé una mirada envenenada, porque eso no me había hecho sentir mejor en lo absoluto. Su humor últimamente había sido el mismo, porque el mío tampoco había cambiado.

De cierta manera me causaba un poco de gracia ver como el intentaba ser el payaso mientras que yo me encargaba de amargar la existencia de todos, y también quería besarlo hasta cansarme por ser tan tierno y comprenderme.

—No vas a engordar tanto, amor.

—¿Es que acaso quieres que me ponga a llorar?

Se echó a reír nervioso.

—No, no, claro que no, es solo..uhm..digo, no vas a engordar más que lo que debas por el..bebé, ¿entiendes?

Guardé silencio unos instantes en los que me limité a tomar de nuevo el envase y me comía lo último que quedaba. En serio, podía comerme diez más y no cansarme jamás.

—¡Pero si sigo comiendo esto no solo va a ser el bebé, Harry!

—Pero..

—Y tú no vas a querer una novia gorda y fea, ¿no?, porque no podrás ni siquiera cargarme, y el sexo..¡Dios mío, ¿cómo vamos a tener sexo si no puedo moverme..?!

—¡Gio, para ya, nena!

Su grito me sobresaltó, haciéndome callar de golpe. Al instante sentí mis ojos picar por su arrebato y su mueca sería y estresada.

Malditas hormonas, joder.

Era consciente de que estaba actuando como tonta pero por alguna razón no podía controlarlo. Cualquier cosa me afectaba el triple y también sabía que se debía al embarazo y..todo ese rollo.

Ni siquiera sabía cómo es que Harry había estado teniendo tanta paciencia hasta el momento.

—Okay, no..no llores, ¿sí?, lamento gritarte — puso ambas manos sobre mis mejillas y se acercó para darme un beso corto.

—Fea, gorda y dramática.. — murmuré.

De pronto se echó a reír y negó con la cabeza mientras me comenzaba a mirar con ojos tiernos. Su sonrisa ladeada hizo que al instante el picor en mis ojos se fuera y una sonrisa igual a la suya brotará en mi rostro.

—No me importa si eres flaca o gorda, nena, y eso de ser fea es completamente imposible, yo..para mi siempre vas a verte preciosa, ¿lo entiendes?, siempre vas a ser la mujer más hermosa que jamás ha pisado la tierra.

Mi corazón se encogió con calidez al escucharlo y sin pensarlo mucho salté sobre él con los ojos aguados, otra vez.

Su risa fue como música para mis oídos. Adoraba tanto su voz ronca que ni siquiera podía explicarlo. Sobretodo la mañanera, esa sin duda era la mejor por muchísimo.

—¿No me vas a dejar?

Volvió a reírse —Tendría que estar loco, Gio.

Se alejó para bajar la cabeza hasta mi vientre y acercarse. Sonreí al verlo abrir los labios y soltar pequeños susurros que no logré entender.

Jamás me imaginé que el panorama de Harry hablándole a mi vientre pudiera ser tan jodidamente tierno, pero era eso y mucho más. Él parecía muy emocionado, parecía feliz completamente.

Sus ojos brillaban cada vez que hablaba del bebé y no dejaba de mencionar cuanto quería ir y comprar su ropa.

—¿Cuando comenzarán con su habitación?

Levantó los hombros —Cuando tu quieras.

—Creo que está semana está bien, podemos irnos donde Alessia o..

—O podemos rentar algo mientras tanto, un lugar pequeño.

Harry tenía ese gusto extraño por los departamentos pequeños de pareja, así que no tuve problema en aceptar sonriente, haciendo que el se acercara a darme un beso en los labios.

—Ahora..¿me compras helado?

A Tu Lado | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora