Me encuentro en mi mundo mientras intento leer un libro, el tercero de la trilogia Blackstone, pero en lo que menos me concentro es en el libro. Dichoso libro, llevo mas de un mes intentando terminarlo.
Me levanto del sofa y me dirijo a la cocina, alli esta Karen, la mujer que se encarga de la casa. Para mi es un angel caido del cielo, cuando necesito despejarme creo que ella es la unica que me entiende en esta casa. Cojo un vaso de agua y vuelvo al sofa a centrarme en el libro. Tengo que terminarlo si o si. Una pagina y otra y otra. Es imposible. Me quedo mirando el libro y empiezan a venirme a la mente los recuerdos de como empezo toda esta historia.
'Recuerdo que llegue a casa un martes, estaba agotada, venia del instituto. Al entrar en el comedor me encontre con un hombre con traje que estaba hablando con mi madre. Tendria alrededor de 30 años, tenia el pelo oscuro y no tenia pinta de ser de esta zona, si no de un lugar frio, como sus ojos. Me quede parada, no sabia que decir y.....'
-Erika -me dice Gelman
¿Pero por que me molestan ahora?
-¿Que quieres?
-El señor Serkin quiere verla, esta en su despacho.
-Esta bien.
Dejo el libro encima de la mesa y me dirijo hacia el despacho de Nicolai. La casa no es una mansion y tampoco es bastante grande, pero tiene sus lujos. Cuando llego a la puerta del despacho veo que esta entreabierta. Me esta esperando. Golpeo un poco la puerta y entro. Esta hablando por telefono y cuando me ve entrar me indica que espere. Nunca me he fijado en la decoracion del despacho. Si entro aqui es por poco rato y siempre tengo a Nicolai encima. Es una de las normas: Nunca entres a mi despacho sin mi permiso.
Me siento en una de las sillas y sigo pensando en mis cosas, antes de que me molestaran estaba pensando en como empezo todo esto.
'Y cuando por fin pude articular palabra apenas un hola salio de mi boca, estaba bastante sorprendida, no sabia quien era ese hombre pero se que lo habia visto antes en algun lugar. Sin dejarme mas tiempo para pensar mi madre me pidio que me sentara. Y cuando empezo a explicarme el porque estaba ese hombre estaba alli fue como un huracan atravesando mi mente.'
-Erika - en ese instante despierto de mi mundo.
-¿Si? ¿Por que querias verme?
- Queria saber que planes tenias para la semana que viene, es tu cumpleaños y...
-Yo no celebro mis cumpleaños. -le interrumpo cortante.
Y es la verdad, nunca me ha gustado celebrar mi cumpleaños y este año no va a ser una excepcion.
-Esta bien, solo queria saber eso. Ahora si haces el favor- y me indica con la mano derecha la puerta.
Sera idiota. Este hombre me saca de mis casillas. Vuelvo al comedor, alli estan Gelman y Luzhin, forman parte del equipo de seguridad de Nicolai y ahora tambien mio. Suspiro. No entiendo porque ha tenido que cambiar todo tan rapido.
Miro el reloj, son casi las siete de la tarde, lo mejor sera que vaya a bañarme y pueda tener algo de tranquilidad. Mientras llego a mi habitacion recuerdo que los primeros dias me perdia en esta casa, y no era porque fuera grande, sino porque todas las puertas eran iguales. Ahora con el tiempo he aprendido donde se situa todo pero al principio me resultaba un poco caotico. Entro y cierro la puerta, abro el grifo de la bañera y empiezo a desvertirme. Cuando me meto en la bañera el agua me relaja y es algo que necesitaba desde hace tiempo. Cierro los ojos.
'A partir de ahora te iras con él todos los sabados y domingos. ¿Como? En ese momento mi boca no podia abrirse mas. ¿Pero quien es este hombre y por que debo pasar con él los fines de semana? En ese momento lo único que se me ocurre decirle a mi madre es ¿Por que? Pero no me responde a mi pregunta, sino que me presenta a ese hombre. Se llama Nicolai Serkin. El cuidara muy bien de ti. Este viernes te iras ya con él a su casa.'
-Preciosa.
¿Que? Abro los ojos y veo a Nicolai detras de mi acariciandome el pelo.
-¿En que pensabas?
-Nada importante
-Estabas tensa y cuando estas asi es porque estas dandole vueltas a algo en la cabeza.
Me conoce mejor que mi propia madre. Sabe perfectamente cuando me ocurre algo.
-Estaba pensando en el momento en el que te conoci.
-No fue facil.
-No
La habitacion se queda en silencio. No hay mucho que decir.
-Me compraste como a una puta barata.
En ese instante me coge de la mandibula y a milimetros de mi cara me contesta que nunca me compro como a una puta, tenia y sigue teniendo planes para mi. Aun no se por cuanto me vendio mi madre y si me considero una puta barata es porque siempre que quiere me tiene y hace lo que quiere conmigo. Me ha visto ya tantas veces desnuda que no me importa salir de la bañera delante de él para ponerme el albornoz. Cada vez siento que paso mas de las cosas. Que ya nada tiene sentido.
Salgo de mi cuarto de baño y empiezo a mirar en el armario para decidir que ponerme. Cuando llegue aqui habia montones de ropa nueva que él me habia comprado. El dinero para él no es un problema, tiene tanto como quiere, es una de las ventajas de ser uno de los principales jefes de la mafia rusa en este pais.
ESTÁS LEYENDO
Venganza.
RomanceErika es una adolescente corriente pero su vida da un giro radical cuando uno de los jefes de la mafia rusa fija sus ojos en ella.