El Hijo del Jeque ✔

42. Problemas | 2 Parte

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Tahira Farûq.

La teoría de Newton sobre el peso, de que cada acción que uno comete genera una reacción casi inmediata. Bueno pues, que les digo, así me encuentro en este momento y aunque no tiene que ver en nada, su semejanza es parecida.

La acción que Ibrahîm cometio, esta generando una reacción que explotara todo y a todos los que estamos en el círculo.

Me preocupa el hecho de que mi hermano pueda ser localizado y reprendido de una manera terrible, mi padre no lo dejaría tener una relación con Sophia, podría enviar a personas a deshacerse de ella, no es mafioso ni nada pero cuando alguien se entromete en los caminos de mi padre, tendrá problemas, además de que mi padre le cancelaría el derecho de líder.

Resumido todo. la vida de Ibrahîm se iría al hoyo.

—Señorita Tahira, su padre desea verla.

Lo quedo viendo seria y una sensación de nerviosismo comienza a inundar mi ser.

—Ahora voy.

Volteo a donde Zafir y solo me despido de él. Camino algo intranquila al encuentro con mi padre y cuando estoy cerca de llegar, escucho gritos y golpes, me detengo en seco y como dije la bomba esta a punto de explotar.

Toco la puerta de la habitación en la que se encuentra —. Pase —lo escucho decir.

Abro lentamente la puerta y al ver la escena que tengo enfrente, me sorprende, me apresuro a donde se encuentra mi padre —. ¿Que sucedió padre? —quedo viendo sus nudillos ensangrentados.

—Nada hija, un problema con tu hermano.

—Entiendo... me mandaste a llamar padre.

—Si, precisamente te mandé a llamar para que me digas la ubicación exacta de Ibrahîm.

—¿La ubicación exacta? —digo haciéndome la confundida.

Hoy si se formó la de troya.

—Tahira tu hermano salió de la ciudad y yo se que él solo no lo pudo haber hecho, así que mejor habla o...

—¿O que padre? —digo encarandolo un poco atemorizada.

—O tu serás desheredada de tus derechos —dice serio.

Quedo sorprendida por lo que acaba de decir, acaso esta bromeando, no me puede hacer eso.

—Pero eso no es justo, yo no se nada de Ibrahîm.

—Si que lo sabes hija, así que mejor habla.

—No se nada de Ibrahîm y si lo supiera igual no te lo diría —digo ya sin importa una mierda lo que haga.

—Ok... Guardias mantengan a mi hija custodiada en esta habitación por mientras se sabe algo sobre Ibrahîm.

—¿Que? Eso no es justo padre, yo no he hecho nada, no me puedes mantener encerrada en este lugar.

Me queda viendo sonriente y se me acerca —. Lo hago cariño por que no quiero que tu también hagas una locura como la de tu hermano —dice con una voz suave y yo solo lo quedo viendo enfadada.

Comienza a caminar hacia la puerta y yo solo siento los ojos picar —. ¿Donde está el padre cariñoso? —se detiene en seco.

—Entro en razón —dice y velozmente sale de la habitación, cerrando la puerta. Las lágrimas comienzan a salir despacio, cierro los ojos y pienso en la felicidad de mi hermano, eso vale todo lo que está pasando y este por pasar.