Tengo un dolor en el pecho guardado que el verde no puede curar pero sí calmar.
Quiero poder decirte lo que siento sin miedo, pero no puedo, sé que te estaría mintiendo... Tengo una sombra detrás que me ata, me tortura, juega conmigo y me mata. Y aún así, aún con todo el daño que me hace siempre vuelvo a ella; me giro y la abrazo. Le dejo escupirme, pegarme y rajarme, y muy a pesar, no puedo reaccionar. Me dejo matar por ti, sólo tú sabes destruirme, sólo tú tienes la pistola y las balas que yo te di.
Quiero abrir los ojos y ver el daño que me haces, que no me mereces. Deja de jugar conmigo, por favor te lo pido. No sé cuándo reuniré las fuerzas para dejarte atrás y no sentir nada por ti.
Déjame ser libre.
Por favor.
Un beso,
Y rezo a Dios que tuyo no sea.