𝑬𝒍 𝑽𝒊𝒏𝒄𝒖𝒍𝒐 | kookv '+21

Capítulo 1

Jeon Jungkook

Estudiante de Ingeniera, 23 años.

  Han pasado solo 13 horas desde que salí de esa casa, he esperado la carta como un imbécil, creo que el cartero ya está asustado por como lo miro, aparte de mi aspecto de zombie. No he dormido ni un minuto, salgo a abrir el buzón cada 15 minutos o me quedo desde la ventana de la sala viéndolo fijamente. De seguro la tarotista es bruja también y envíe por telepatía la carta.

— O quizá ya está en la casa —murmuré y comencé a mirar a todos lados, me levanté del sofá y moví cada rincón de la casa para buscar—. Rayos, no hay nada.

  Al rendirme fui directo al baño para refrescarme e ir a la universidad. Me puse una camisa grande de color negro, unos joggers del mismo color, con unas botas y revolví mi cabello. Tomé mi mochila y salí de la casa, no quería usar hoy mi maravillosa moto, caminar me sentaría bien para la ansiedad.

"No es un efecto inmediato" Repetía en mi cabeza.

— ¡Ey, Kookie! —gritó, Tae desde su auto al verme— Sube —hice caso y nos saludamos de un medio abrazo. Arrancó—. ¿Cómo te fue con la hechicera? Supongo que bien, es buena.

— Un segundo...—interrumpí— ¿Por eso Soojin de repente enloqueció contigo?

— A poco y no es buena —sonrió de medio lado alzando sus cejas y acompañado con una carcajada.

  Guao, en serio que es buena. Soojin era una chica cien por ciento lesbiana, siempre estaba con su grupo de amigas y solo andaba con mujeres, Taehyung se obsesionó con ella tanto, que no paraba de espiarla. Algo así como yo con Odette, solo que por mi parte no lo hago tan notorio.

 En serio que no creí a Tae capaz, es tan niño que imaginarlo en malos pasos es estúpido.

— Pues... aún sigo esperando la dichosa carta, me dijo que cuando eso pasara el amarre estaría listo —suspiré—. ¿Cómo aguantaste al no tener respuesta?

— Hmm... mantuve la calma, dijo que no era un efecto inmediato, que al preparar todo junto a las oraciones haría que Soojin tuviera pensamientos sobre mí y esa curiosidad... ¡Vaya que si fue cierto! Ella me ha dicho que no para de pensar en mí —me miró y lamió sus labios—. Llegamos, no te compliques, de seguro tu receta es más compleja y necesita tiempo. ¡Créeme que los resultados son mejores de los que esperas! Y lo puedes confirmar conmigo —guiñó su ojo derecho y bajamos para entrar.

  Y ahí estaba ella, tan brillante en su casillero, sacando sus libros para su próxima clase: Matemáticas. ¡Dios, con lentes se ve jodidamente sexy!

— ¡Ey, Odette! —saludó mi amigo. Mierda, ¿qué quiere lograr? Nunca le había hablado antes— ¿Vas a tu primera clase? —ésta asintió con una sonrisa— ¿Te parece si en el almuerzo comemos todos juntos? Sabes, Soojin, tú—posó su brazo en mi hombro, mientras yo moría de vergüenza— y yo... ¡Ah, claro y Jungkook también! —rieron, yo ni mi boca podía mover.

— Claro, nos vemos —saludó y se fue. Pesqué el brazo de Tae y lo doblé detrás de su espalda.

— ¿A dónde quería llegar con esto? —susurré fuertemente en su oído. Éste solo se quejaba y me pedía soltarlo.

— ¡No lo sé, solo quiero ver si pasa algo! —lo solté, ya que confesó— Eso duele, ir al gimnasio no es bueno para la humanidad —sobaba su brazo—, vamos a clases, el profesor Choi Siwoon se molestará como siempre.

  Asentí y nos dirigimos al aula. 

 Las horas se me hacían eternas, los profesores hablan y hablan sabiendo que lo único que queremos es irnos porque tenemos hambre... Otros de comida, otros de sexo, otros para calmar su ansiedad, y yo estoy ahí.