Soul: La loba de la Luna

Capítulo 11: Sacrificios de lealtad.

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La sangre mana de mi herida, pero no siento mucho dolor la verdad. El impostor de Jack, que se ha hecho llamar Jackson Silverclaw, cambia a su forma original. Sus ojos son de un extraño morado brillante y su pelaje es castaño oscuro. Es grande, pero no tanto como es Blake.

Blake se ha parado frente a mí cuando dijo que me buscaba a mí. Por lo que escucho él participo en el ataque de la antigua manada de Blake. Probablemente se enfrento directamente con él antes de escapar con los gemelos Fox y Forest. No obstante no son todas esas cosas las que me sorprenden de él.

Al transformarse símbolos de la Luna se avistan en su pelo. Es claro que tiene la habilidad de cambiar de aspecto y voz, y que además, está relacionado con Zephyr, pues los lobos negros lo siguen. Pero si Zephyr nos persigue para matarnos, ¿Por qué uno de sus cómplices tiene las mismas marcas en su pelaje? Eso no tiene sentido.

-Alejate de ella.- dice Blake entre dientes. Jackson lanza un breve aullido. Enseguida, dos decenas de lobos negros aparecen en el claro atrapando a todos los que habíamos liberado y acorralándonos. Al fin y al cabo todo nuestro esfuerzo había sido en vano.

-Lo siento, Blake, pero mi Alpha la quiere para sus propios objetivos. Se nos escapó la última vez, sin embargo, aquí está y la voy a llevar conmigo.- También estuvo en el asesinato a mi manada. Probablemente no lo reconocí por su habilidad de transformarse.

-¿Y si no qué?- ¿De verdad pregunta eso? Es obvio: va matar a todos en segundos y me tomara por la fuerza para el mismo destino, solo que será Zephyr quien lo haga.

-Creo que no estás en condiciones de preguntar eso, muchacho.- Blake gruñe furioso. Se mantiene quieto delante de mí, pero se que está pensando en maneras de escapar de esta situación. No obstante, por mucho que se esfuerze no va a encontrar nada. Estamos rodeados y nuestros amigos al borde de la muerte. Cualquier decisión que tome le afectara a ellos.

Jackson se acerca. No puedo permitir que todo lo que pasó con mi manada se repita otra vez.

-No tengo todo el día para esto. Por eso te daré un incetivo.- Hace una seña y uno de sus diabólicos cómplices se acerca con un lobo joven y pequeño de color blanco entre sus fauces. Está sangrando, pero las heridas no son mortales aún.  El lobo suelta al pequeño que cae herido en la nieve, sin embrago, no pasa ni un segundo antes de Jackson coloque su pata en el cuello del pequeño. Es Hans en forma de lobo. Presiona su pata en el cuello de Hans, provocando que él escupa algunas gotas de sangre. 

-Si no me entregas a la loba de forma voluntaria empezare asesinando a este miembro de tu manada, y luego no me detendré para matar al resto. No me importara mancharme las patas con su sangre, ¿sabes?- Maldito. Es otro estúpido asesino sin escrúpulos. No le importa acabar con la vida de un lobo que aún tiene mucho porque vivir.

Blake se queda quieto aún, simplemente observando fijamente los ojos de su rival.

-Blake... no puedes permitir que muera.- susurro. Él me mira de soslayo.

-Es cierto, pero tampoco puedo permitir que tu mueras. Tengo que pensar en como salvarlos a todos.- Esto no puede continuar, tengo que hacer algo para detener todo esto antes de que suceda una masacre.

-Lo siento Blake, pero no voy a romper mi promesa ni a ti ni a mi familia. Por favor no me odies.- Me adelanto y enfrento a Jackson.

-¡Soul, no hagas esto!- grita Blake detrás de mí.

-Deja a Hans y a todos en paz e iré contigo sin oponer resistencia.- Se lo que me espera si voy con él (la muerte), pero es mejor sacrificarme por aquellos que me acogieron cuando no tenías porque hacerlo. Me sanaron, apoyaron y cuidaron. No les importo mi origen ni marcas.