✖ Todo Se Cae a Pedazos ✖

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Jimin estaba sentado en su cama con su pequeño Sook en brazos, lo mesia con suavidad

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Jimin estaba sentado en su cama con su pequeño Sook en brazos, lo mesia con suavidad. Sin embargo, no podía dejar de lado las acciones de la princesa, aquel abrazo lo tuvo confundido; porque nunca en el pasado había sucedido y en su mente cabia la posibilidad de que ella pudiese haber cambiado; pero también había otra parte de él que no quería creerlo, no podía creerlo

Todo era confuso y él no sabia que hacer, pues se consideraba a si mismo como alguien que daba segundas oportunidades. Además de que creia que la gente podia cambiar si asi lo queria

Por otro lado, los recuerdos de la noche que su lobo se escabullo a la habitación de su destinado no lo dejaban en paz. Y el hecho de verlo actuar como si nada hace momentos atrás solo lo hacía sentir peor, parecía ser miserable

Suspiró con tristeza, mientras escuchaba los aullidos de su lobo; ambos estaban destrozados, pero no era momento de tenerse compasión y pena a si mismo

Sin más, esvío la mirada hacia una de las cunas en dónde una de sus jóvenes acompañantes colocaba con cuidado a au pequeña SunHee. Posteriormente volteó hacia su pequeño hijo, aquellos ojos azules, aquella pequeña nariz, esos labios que tenían la misma forma que los suyos y aquellas gorditas mejillas; realmente era idéntico a él pero el futuro el cachorrito crearia su propia personalidad, sólo esperaba poder seguir a su lado cuando eso pasara. Pues quería verlos crecer a ambos cómo lo había hecho con DaeHyun y YoungSoo

Sabía que debería ser fuerte por ellos pues no había otra razón más para seguir en aquel Palacio

Extrañaba a SeokJin y a Taehyung, extrañaba su compañía, el poder hablar con ellos de tantas cosas y rra justo en esos momentos en el que más los necesitaba, porque se sentía solo y con pocas fuerzas para continuar necesitaba motivación y a pesar de que sus hijos eran bastante motivación para él. Realmente necesitaba alguien con quien desahogarte, pues no podía meter a sus hijos en la situación; ya que este era un problema de dos

De repente un suave quejido llamó su atención y cuando volteó encontró a su pequeño cachorro con una expresión un poco incómoda, pocos segundos después comenzó a llorar, aquellos constantes lloriqueos a lo largo de la noche como en el día habían comenzado preocupar al rubio, pues no era normal que su pequeño llorará tanto; sin ir muy lejos comparándolo con su hermana, era extraño

Con preocupación llevo su mano derecha a la pequeña frente de su cachorro, solo para enterarse que el pequeño estaba ardiendo. La firbre del pequeño era bastante duerte y eso asusto al omega

Así que consideró que lo mejor era llamar al doctor, pues no sabía que podía estar pasando pequeño

-Por favor llama a la doctora -pidió el omega con preocupación y sin más la joven salio de la habitación

Pocos minutos después, regresó la joven, seguida de la doctora y una tercera persona más

-Mi señor, ¿qué necesita? -preguntó la doctora

DEL OTRO LADO DEL PALACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora