Cap 14

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MATEO:

Acaricié su rostro con mi dedo, recorriendo cada parte de este.

-que lindo rostro- espeté sin pensar.

Y sin esperarlo, Morena mordió mi dedo suavemente, mirando mis ojos.

Yo alcé una ceja impresionado.

-¿Que querés reina?- 

Esta se acercó más a mis piernas, y yo no dejé de fijar mi mirada en sus lindos ojos.

-Pedílo y te lo doy- susurré acariciando su cabello, para luego enredarlo en mi mano y jalar fuertemente para detrás haciendo que deje ver su hermoso rostro detalladamente.

-Dame...- susurró acariciando una de mis piernas.

-¿Que querés que te de,mi amor?- dije sin soltar su largo pelo aún.

-Quiero de vos...-

Y yo con una gran sonrisa asentí gustoso.

-Levantáte- le ordené, esta obedeció y cuando estuvo en pie, ataqué sus labios sin pensarlo.

Esta siguió el beso gustosa mientras mis manos se escondían por debajo de su pollera y sus brazos alrededor de mi cuello.

Poco a poco fui desplazando mis besos sobre su clavícula y fui bajándolos hacia sus pechos.

-Mateo...- jadeó ella.

Y sin pensarlo arranqué los botones de su remera sin importarme lo que pasaría luego.

Ella al quitarse su corpiño me dejó una hermosa vista de sus pechos. Agarré sus piernas y la apoyé sobre el lavabo, dejándola solo en pollera y tanga.

Mis besos recorrieron sus pechos, mordiendo y succionando cada pezón, dejando notorias marcas sobre ellos.

-agh, Teo....- soltó un gemido jalando su cabeza hacia detrás al sentir como dejé una pequeña mordida en su cuello.

Poco a poco fui desasiéndome de lo que  quedaba de su ropa, mientras ella se deshacía de la mía.

-Bajá...- le ordené.

Ella me miró extrañada.

-solo bajá y giráte- esta sin entender accedió y ciando estuvo de espaldas.

Yo agarré sus caderas para tirar de ellas hacia detrás, mientras ella apoyaba sus manos sobre el lavabo.

-¡Agh,Mateo!- se quejó cuando le pegué una ruidosa nalgada.

-eso por llevarme la contraria- le pegué otra aún más fuerte, a lo que ella mordió su labio.

- Y esa por desobediente- 

Y antes de que pudiera replicar, me coloqué el forro cuidadosamente y entré en ella.

-Ay.... Teo.... espera- jaló su cabeza hacia atrás a lo que sin pensar agarre su pelo para acelerar el ritmo.

En ese estrecha sala solo se escuchaba nuestros gemidos y nuestras pieles chocando entre si.

-Ay, Mateo ya llego...- y al escuchar su advertencia, aceleré el ritmo, a lo que minutos después llegamos al orgasmo juntos.

Aún sin salir de ella, me apoyé sobre su espalda, dejando cosquillas sobre esta.

-Te amo- exclamé sin pensar.

-yo más- pero su respuesta me sorprendió aún más.



Camilo, amigo, casi te nos mueres y ahora tu wacha se esta cogiendo a un demonio el cual casi te mata. Te padezco niaaa

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Demon II-TRUENO[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora