✧6: Guapo, serio y gruñón.

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— ¿Estás seguro? —Preguntó Jung Hoseok, Taehyung estaba decidido a meter sus narices en los planes del Dios de la Guerra si eso incluía tener que salvar a millones de vidas. ¡La pregunta hasta ofendía!

¿Cómo no iba a involucrarse? siempre había estado del lado del bien, nunca había apoyado a los inmortales que siempre hacían comentarios maliciosos. A pesar de que el elixir no lo dejaba acercarse a una distancia intima, por lo menos sería de ayuda combatiendo en el frente a bloquear la mitad de los ataques.

— Claro que si, Jung, no era necesario preguntármelo. Sabes que no soportaría ver como la gente de los demás reinos son perjudicados por una absurda venganza. — Contestó decidido. Hoseok lo miró, soltó un suspiro y asintió.

— Entonces... te mantendré al tanto.

Taehyung asintió viendo como el pelicastaño alzaba su brazo para tele-transportarse y desaparecer. De alguna manera sabía que el Gran Dios del la Guerra tenía un plan de formación para la absurda batalla que prontamente se estaría llevando a cabo. El Reino de los Demonios de verdad que no tenían suficiente con hacer morir a su gente solo por ambición, ¿qué podría esperarse del Señor Demonio? cegado por la venganza y la lujuria de ver a la gente morir.

El pelinegro sacudió su cabeza, recogiendo la bandeja de plata y los juegos de té para guardarlos dentro de la pequeña cabaña donde se estaría alojando.

Una cabaña pequeña hecha a base de troncos y entretejida con caña, el techo estaba cubierto de ramas, poseía dos ventanales que daban vista hacía el lago donde se podía apreciar una hermosa cascada. Por dentro estaba decorada con pequeños muebles que parecían no haberse usado en mucho tiempo, una pequeña cocinilla donde tendría que echar la leña para poder cocinar, pero que aún así le daban un toque hogareño, lo necesario para habitarse por unos cuantos días.

Taehyung estaba satisfecho sacudiéndose las manos, una vez que termino de limpiar y acomodar todo. Sentándose en uno de los muebles, no puedo evitar recordar la vergonzosa escena de tener el rostro del Príncipe Celestial tan cerca del suyo. La sangre subió hasta sus mejillas haciéndolo sacudir bruscamente la cabeza, tratando de quitar aquellos pensamientos.

¿Cómo pudo ser tan tonto para cerrar las ojos solo porque estaba tan cerca? ¡Ni siquiera iba a besarlo! o quizás..... ¡No! ¡Definitivamente no!

Quizás le preguntaría a Jimin sobre su destino, aunque no sería lo correcto, cualquier cosa podría pasar si lo descubría, si Jungkook era su pareja destinada, eso estaría por verse pero no forzaría absolutamente nada, si el destino los querría juntos, que así sea entonces.

Pero lo que realmente el pelinegro se preguntaba; era si el Dios del Viento tendría sentimientos por él.

No quería ilusionarse en vano.

Seulgi caminaba en su palacio de un lado a otro siendo observaba por su doncella más fiel, que la veía con suma preocupación, sumida en un silencio casi asfixiante

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Seulgi caminaba en su palacio de un lado a otro siendo observaba por su doncella más fiel, que la veía con suma preocupación, sumida en un silencio casi asfixiante.

El Hijo De La Luna ||Vkook Libro #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora