~2: O1~

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Poco a poco empecé a abrir mis ojos. Me sentía mareada. Cuando pude enfocar mi vista, me senté en la pequeña camilla de esa pequeña y elegante habitación, pero de inmediato me alteré al ver que tenía una venda en mi antebrazo llena de sangre.

Empecé a entrar en pánico hasta que mi vista se fijó que en la esquina de una pared había una de esas cosas que parecía como un zombie pequeño con un tipo de baba negra en sus colmillos. Abrió la puerta y se fue al cerrarla, dejándome sola.

"Genial...", musité.

A los segundos la puerta se abrió, presentándose la mujer que vi antes de que todo se volviera oscuro.

"¡Usted!", grité con temor y enojo, señalándola.

"Oh, tranquila, tranquila", dijo con una amplia sonrisa.

"¡¿Que me tranquilice?! ¡Me tiene en este lugar!"

"No alces la voz", demandó, sentándose en un pequeño sillón que había allí. "No soporto mucho la bulla", dijo, gentilmente.

Mi mirada de enojo y temor cedió un poco.

"¿Usted...? ¿Quién es?", exigí saber. Aunque se me miraba terriblemente conocida.

"¿Hmm? ¿Cómo no vas a saber quién soy, linda?", ladeó un poco con la cabeza.

"¿Quién es? Yo creo que soy nueva aquí. No sé quién es"

Ella alzó las cejas, con sorpresa. Aún mantenía una amplia sonrisa filosa.

"Me llamo Rosie. ¡Bienvenida a la Colonia Caníbal!", dijo con emoción.

Me tomó un momento en analizar la situación hasta que entré en shock.

"¡¿QUE QUÉ?!", exclamé, con horror. "¡¿COLONIA CANIBAL?! ¡¿QUÉ HE HECHO YO PARA GANAR ESTO?! ¡NO SOY COMIDA!"

Ella soltó una pequeña risa.

"Sepa Lucifer", dijo con diversión. "Y en cuanto si serás comida, aún no lo he decidido", alzó sus hombros como si nada.

Llevé mis dedos a mis sienes, acariciándolas repetidamente, hasta que ella volvió a hablar nuevamente:

"Así que, ¿conque nueva, eh?"

"Sí...", musité.

"Hmm... ¿Te suicidaste?", preguntó sin previo aviso, yo la vi fijamente.

"¿Yo? Eh, no. Ni sé cómo mierda vine aquí"

"Esas cosas en tus muñecas me recuerdan a alguien. ¿Cómo te llamas?"

"Eh...", toqué mi cabeza con confusión. "Carajo..."

"¿Pasa algo o es que se te olvidó? No es de sorprenderme", dijo entre una pequeña risa.

Chasqueé la lengua con fastidio.

"Esto no es gracioso", murmuré. "Es serio"

"Te diré T/N, tus marcas en tus muñecas me recuerdan a una vieja amiga. Así se llamaba ella...", dijo, con añoranza.

¿Y ese nombre? ¿Por qué me suena?

"Quizá ése sea mi nombre, porque me suena demasiado...", suspiré. "Igual, hay muchas personas con ese nombre, ¿cierto?"

"Quizá", añadió ella.

Agaché mi mirada por un momento, viendo mis muñecas. No iba a mentirme a mí misma sobre que yo, anteriormente, ya me había cortado antes, pero no creo que me hubiese llegado a suicidar, ¡no! Todo estaba bien hasta que vine a este lugar que a saber por qué mierda estoy aquí, y lo único que lo explica es mi simple muerte.

[¹, ² temp]~¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ!~ Aᥣᥲstor x T/N~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora