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- ¡Dios! ¡Ya, mátenme! .- levantó sus dos brazos al aire, tirando su espalda hacia atrás siendo apoyada por el respaldo de la silla de ruedas, haciendo tronar los huesos de la columna mientras miraba al techo.
De un momento a otro, se volvió a reincorporar, quedándose delante del escritorio, analizando con pereza los apuntes de historia.
Hizo un puchero al observar esa materia que tanto le dificultaba memorizar, frunciendo el ceño.
- ¡Ahhg! .- empezó a remover su pelo con las manos, distracción que hizo que no se diera cuenta de la presencia de su madre cuando abrió la puerta de su habitación.
- Hija, ¿cómo vas? .- preguntó, asomando medio cuerpo por el marco.
- ¿Huh? ¡Ah! ¡Sí! ¡Sí! .- volteó su silla para quedarse delante de ella e hizo un impulso con sus pies para acercarse a la mayor -. Me está costando un poco, pero de momento bien .- sonrió un poco apenada con las esperanzas a bajo en poder aprobar ese examen.
- ¿Y cómo es eso posible? .- cuestionó ladeando la cabeza -. (T/n), estuviste todos estos días estudiando, ¿por qué no te iría bien?
- Es que... Sabes que soy mala con las fechas y recordar los nombres de estos tipos... .- bajó la cabeza mirando al suelo frunciendo el ceño para volver a levantarla -. Además, siempre en el examen me pongo nerviosa y se me olvida todo.
- A ver... ¿cuándo tienes el examen?
- Miércoles... .- susurró.
- Entonces deja de estudiar por unos minutos y sal de casa .- la menor la miró con sorpresa y desconcertada -. Hoy es domingo, y los domingos son para descansar y desconectar. Así que vete a pasear si no quieres que te eche a patadas .- ordenó bien decidia señalando con el dedo índice el pasillo de la casa, dando a entender de que se largue. (Ojalá tener una madre igual que está xd).
Después de eso, su progenitora se encaminó nuevamente hacia la cocina, dejando perpleja a su hija, pastañeando varias veces tratando de procesar lo sucedido.
- Pues bueno, ya voy .- se levantó y alzó sus brazos para estirar sus músculos otra vez. Se dirigió hacia su armario, abriéndolo de par en par, mirando que podría ponerse -. Lo primero que venga, ¿por qué no? .- si debía ser sincera, nunca cuidaba de su imagen. Ni se maquillaba, ni iba de compras y ni le importaba la vestimenta.
Cada día (si no es que llevaba el uniforme escolar) se vestía con una simple sudadera o camisa con unos tejanos negros y sus típicas deportivas rojas.
- Supongo que... .- pasó su mano por las prendas de ropa hasta escoger una al azar -. Tú .- agarró una percha donde colgaba una camisa desbotonada de cuadros de color negro y granate, junto con otra camisa lisa y blanca.
Sacó también los pantalones y se vistió mientras pensaba que podía hacer al estar en la calle, pues no tenía nada planeado y no quería molestar a su novio ni a Oikawa.
Se podría decir que no tiene muchas amigas ya que no le llama la atención estar con las de su clase, le aburren sus conversaciones y vió que estaba más a gusto quedarse con algunos del club de Volley.
Cuando terminó, se ató la camisa de cuadros en la cintura, buscó su gorra de visera y su celular, recorrió la casa para llegar delante de la puerta de entrada y se quitó las zapatillas para poder ponerse su calzado.
- ¡Mamá! ¡Ya me voy! .- avisó al abrir la puerta.
- ¡Tranquilizate durante este tiempo de descanso! .- esta se asomó por la puerta de la cocina -. ¿Sí?
- Hai, hai... .- salió dejando escapar un gran bostezo.
Empezó a deambular por las calles sin tener ningún lugar en concreto en poder ir.
Pero por lo menos no habían muchas personas rodando, todo estaba tranquilo al igual que el tiempo, en verdad hacía buen día, sin embargo la chica estaba tan concentrada en los estudios que no se daba cuenta ni que día estaba ni que tiempo había.
Levantó la cabeza, viendo como el sol iluminaba tanto como siempre, su luz acompañada por las pocas nuves que se atrevieron a viajar por el cielo de manera solitaria.
- Debí coger los cascos... .- murmuró mientras iba golpeando un pequeña piedra por el camino sin saber que hacer a continuación.
Se quedó pensativa sin quitar la vista del cielo, así como para en un par de segundos recibir una pelota que quien sabe de donde salió, fue directamente hacia la chica, la cual pudo reaccionar a tiempo y se apresuró a protegerse el rostro con los antebrazos.
Al sentir el golpe y escuchar como rebotó al suelo, deshizo su pequeño escudo para después mirar donde se encontraba el objeto.
Abrió ligeramente los ojos al darse cuenta de que se trataba de una pelota de Volleyball, se acercó y se dobló para cogerla.
La agarró con sus dos manos y volvió a levantarse - ¡Perdón! ¿¡Te he dado!? .- preguntó alterado un pecoso pelivere que se aproximaba a ella corriendo, apareciendo a su vista en el momento que dobló la esquina para quedarse frente a la peli(t/c).
- ¡Ah...! ¡No! No tranquilo, pude detenerlo a tiempo .- lo calmó con una de sus pequeñas sonrisas -. ¿Es tuyo verdad? .- interrogó señalando el balón con el dedo índice.
- Sí... Es que... .- volteó la cabeza avergonzado por el incidente -. Solo estaba practicando, no pensaba que se me fuera.
- Está bien .- le extendió la pelota, a lo que el chico la miró unos segundos y accedió a tomar la bola de una manera un poco tímida.
- Bueno, espero que te salga lo que estés tratando de conseguir .- se despidió con la mano antes de pasar por su lado y seguir con su camino.
El peliverde se quedó en el sitio, observando como la figura de la oji(t/o) que se alejaba poco a poco.
- Yamaguchi, ¿tienes la pelota? .- cuestionó un mayor con gafas quien se estaba asomando por la esquina, donde había pasado hace unos pocos minutos el pecoso.
- S-sí, ya voy .- se apresuró a volver para practicar con su saque flotante.
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➳ Capítulo editado
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¿A quién prefiero? || Sugawara Koushi
Fanfic𓅂 ➳ " " - N-no creo que sea necesario, creo que-. - No me hagas cambiar de opinión por favor, (T/a) .- sonrió de manera forzada, se podía ver el dolor en sus ojos mientras analizaba la expresión de lástima de la menor y llevó sus manos delante...