Victoria.
La clase terminó y estoy junto a Ryan guardando mis cosas nuevamente en la mochila cuando veo que Becca salió disparada del salón. Lo que me pareció más que demasiado extraño ya que ella acostumbra a salir después de que todos salgan.
Lo que conlleva a una sola cosa: está mucho más que cabreada.
No sé que le dijo Sabrina para que se pusiera así pero no es normal.
Esa estúpida cuando me la encuentre me va a oír.
-Becca, ¡espera!- La llamé saliendo del salón yendo en su búsqueda, aunque como que no me oyó, o se hizo la que no. No sé que pensar porque trae los audífonos puestos. -¡Becca!- La vuelvo a llamar acercándome más a ella.
Quitándose un auricular, se voltea a mí. -¿Ah?- Dice con indiferencia, lo que me indica que si me escuchó la primera vez porque, conociéndola, si no me hubiese escuchado se hubiese volteado sin pronunciar "Pío", ya que no le gusta hablar a la distancia.
Acercándome, cuando ya estamos frente a frente, coloco ambas manos en cada uno de sus hombros. -¿Me contarás lo que te pasa?- Rodeó los ojos y luego bajó la mirada a un lado. -Becca, sabes que odio que te comportes así.
No dijo nada, solo se limitó a cerrar los ojos y tomar una profunda respiración.
Sabía por donde podría salirme al yo decirle eso. Probablemente me hubiese dicho algo como: "Si tanto odias como soy entonces vete, o; "no intentes cambiar mi manera de ser. Si me aceptas bien, si no, ni modo. Total, nadie quiere estar con alguien como yo".
Ya saben. Cosas que diría para manipularme, pero ya la conozco tan bien que si lo intenta no ganaría nada, solo perder su tiempo.
Sorprendentemente, no dijo nada de lo que yo pensaba. Solo empezó otra vez a llorar.
-Ahora, no quiero hablar. Por favor.- Dijo cerrando fuertemente los ojos como si eso la ayudara a retener las lágrimas. Algo me dice que pasó algo más con Sabrina.
-De acuerdo.- La tomo de la mejilla y con mi pulgar limpio una de sus lágrimas. -¿Quieres que te acompañe a tu casa?- Negó con la cabeza. -¿Quieres estar sola?- Asintió levemente con la cabeza.
Por su puesto que quiere estar sola. Muy pocas veces son las que deja que la acompañe en su pesar.
Ella puede estar para mí en las buenas y en las malas, pero son realmente pocas las veces en que yo estoy con ella en las malas. Solo gozo con ella en sus buenos momentos, aunque como la quiero tanto, se lo permito.
-¿Tori?- La voz de Ryan me hace voltear a ver de donde me llama. Sin despegar la mano de la mejilla de mi mejor amiga veo que sigue parado frente la puerta del salón.
-Veo que te están esperando.- Dice Becca aspirando por la nariz y con la parte baja de la palma de su mano frotándose un ojo.
-¡Un momento!- Levanto un poco la voz para que Ryan me escuche. Cuando él me asiente con la cabeza en modo de respuesta, yo rápidamente me giro otra vez a ver a mi desconsolada amiga. -¿Te importa? Es que... Me ofreció llevarme a casa ya que mi mamá no podrá venir por mí.
Sin subir la cara, Becca me mira con una sonrisa pícara en su rostro. Dicha emoción sin llegar a su mirada. -Usen protección.- Suelta una pequeña risita.
-¡Idiota!- Río a carcajadas y, en modo de broma, le doy un leve puño en el hombro. Soltó una broma, buen indicio de que se está calmando. -Lo acabe de conocer.
-¿Quién sabe?- Se encoge de hombros con indiferencia. -Puedes que sucumbas a sus encantos.
-Me hieres, de verdad, me hieres.- Me coloco la mano en el pecho y me inclino un poco a adelante para ganar dramatismo. La dramática me dicen. -¿A caso crees que soy tan fácil?
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Mi lado más dulce. [En Proceso]
RomanceTodo es posible cuando se tiene valor, confianza y amor. Ya verás que si.