Desde pequeña tengo el don de tener el amor de quien yo quiera, pero no lo veo como un don más bien como una maldición porque soy un lobo con piel de cordero mi madre también tiene el mismo don; ella es hermosa y tenía a los hombres a sus pies pues decían que poseer la paz quien la hacía reír era la mejor sensación, pudo jugar con el corazón de quien le quería bastaba con un simple gesto o palabra para que se enamoraran de ella pero al estar con mi padre le fue fiel a su amor aun así su tarea era cazar la vitalidad de los demás y solo podía usar aquel don para conseguir su objetivo, todos decían que mi padre bramaba de solo pensar estar lejos de ella y que estuviera en los brazos de alguien más, que alguien le sacara una sonrisa que no fuera el pero al tener a su heredera calmo esa sensación de dolor
Desde pequeña tuve relación de amistad con mi futuro marido, pero éramos niños y no pensábamos eso, lo único que teníamos eran aventuras y juegos de nunca acabar, los años pasaban y sin pensar ya éramos todos unos adolescentes, pero el que había sido mi amigo comenzó a ser mi novio, al principio todo era dulce, era como estar en una montaña rusa porque la ola de sentimientos no dejaba de moverse, pero con el paso de los días veía que ya dependía de mí, desde el primer beso sentí ese apego hacia mí no había un momento donde no me dejara sola hasta un día en que deje la relación
Me fui de mi casa y me olvidé del propósito que me asignaron mis padres la verdad no quería seguir los mismos pasos que mi madre, quería enamorarme por mi cuenta por quien era no por lo que los demás veían o por culpa de aquel don heredado, sabía que eso era lo que me daría un futuro seguro, pero yo quería romper esa cadena así que trabaje en mis proyectos, le dedique mi tiempo y amor por lo que me gustaba hacer hasta que por fin tuve mi propia empresa a mi equipo de trabajo todo era maravilloso hasta que cambio en una noche lluviosa
Mientras descansábamos por el trabajo alguien toco la puerta con desesperación al principio dudé en abrir, pero no era lo mío ser mala con alguien de hecho ese también había sido mi don tuve los peores padres, desalmados y fríos padres que yo fui todo lo contrario muchas veces dudé en ser hija de ambos, pero mis rasgos eran iguales a los de ellos y a pesar de eso los amaba con el alma, aunque no demostraran el mismo sentimiento que yo, pero ese es otro tema. Al abrir la puerta ahí estaba un hombre elegante pero empapado el me saludo con una gran sonrisa mientras lo miraba a detalle veía como temblaba del frio así que lo deje pasar mientras buscaba una toalla para que se secara, lo lleve a la chimenea para que se calentara y desde esa noche las cosas comenzarían a cambiar
Conforme seguía creciendo mi poder era cada vez más difícil controlarlo a veces un simple hola era motivo para escuchar las calles llenas de suspiros y seguirme para darme detalles, un día mientras descansaba del trabajo me había quedado con el empapado que resulto llamarse Hakim un extraño nombre, pero hacia juego con su personalidad él era algo serio y distante con los demás incluso conmigo, pero conforme lo conocía y charlaba con el me parecía interesante además de trabajar conmigo tenía más tiempo de convivir con Hakim y poco a poco notaba más atención hacia mí, siempre me esperaba o almorzaba conmigo hasta que me confeso sus sentimientos, eso había sido lo más raro pero satisfactorio por fin tendría un amor verdadero que no fue influenciado por el don
Seguía pasando el tiempo y me sentía más tranquila porque al fin rompería mi cadena de solo usar mi don a favor de una vida cómoda siempre demostré mi amor y parecía tener una vida normal, pero mientras dormía con Hakim sentí que se levantó de la cama para hablar por teléfono al principio no le tome importancia, pero sentía una opresión en el pecho que no me dejaba dormir así que como arte de magia seguí a mi amado. Mientras escuchaba su conversación podía escuchar sus risas y su tono sarcástico y lo que me preocupo fue el escuchar mi nombre, él decía que el plan seguía funcionando y que pronto tendría lo prometido antes de irme lo último que escuche fue "¿quererla yo? Para nada, solo es un juego" eso fue lo que me partió el corazón
Corrí por mis cosas, tenía que salir pronto logre irme sin que se diera cuenta y mi única alternativa era ir con mis padres al llegar mi madre me consolaba mientras mi padre estaba más que molesto, pero la oferta que les diría cambio su mal humor pues aceptaría tomar mi puesto y casarme con aquel niño con el que solía jugar, mi madre me pidió descansar y a la mañana siguiente ahí estaba ella arreglándome sería un gran día para cumplir con mi responsabilidad temía por un no pero mi madre me aconsejo usar mi don sin reprimirlo así que corrí en busca de mi prometido y al pasar un rato buscándolo ahí me estaba esperando en aquel lugar donde solíamos jugar de niños, estaba más que feliz por mi regreso
Mientras con Hakim me buscaba por todas partes, pero no encontró nada de mí, salió a la calle y mostraba preocupación, pero no tuvo suerte al encontrarme bote mi celular para no saber nada de nadie. Mi boda sería importante para todos tanto y nunca supe cómo se enteró de mi situación, pero antes de la boda llego implorando mi perdón solo me quedo decirle que era libre de mi maldición a lo que él se quedó con duda no sabía nada de la maldición hace que le conté la situación podía ver su rostro con temor y antes de irme le pedí disculpas para no volverlo a ver. Pero la culpa me comía viva así que hable con mi prometido sobre la situación por la que pasaba desde pequeña y lo de ahora, pero a él no le importo maldición o no me seguía queriendo por lo que era no por lo que había hecho
Y ahí estaba el gran día, mi padre me llevaba al altar y al tomar la mano de mi esposo no habría marcha atrás antes de tomar su mano le sonreí y seguí el plan de años cuando nuestro contrato se cumplía pude ver a lo lejos a Hakim con el rostro lloroso, pero ignore eso mi don me dio mi maldición, pero a pesar de eso me recompenso con un amor puro y que todo el dolor que pase y enfrente daría frutos
Mi vida cambio ahora me sentía amada y respetada, mi esposo no dejaba de quererme y cuando mi don hacia efecto en los demás él siempre me apoyo y cuido en todo momento así que comencé a amarlo olvidándome de Hakim y a partir de ese día deje de ver a mi don como una maldición y lo deje atrás junto a mi primer amor no correspondido porque ese si era una verdadera maldición, sé que no fue lo correcto y que debía salir yo sola de aquel dolor pero ahora que vivo la felicidad no me arrepiento tal vez si hubiera hecho caso a mis padres jamás hubiera conocido el dolor de aquel hombre pero así es la vida, muchas veces te premia dándote dones y una vida plena y otras maldiciones con buenas recompensas.