Capítulo 69

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Camila Pov

-¿Estás segura? No es necesario que lo hagamos si tú no quieres.

-No, Camz, quiero hacerlo, debo poder superarme-Me observó con una sonrisa.

-Está bien, pero no te presiones, ¿Si, amor?

-Si, Camzi-Salimos de la habitación rumbo a la playa. Lauren sólo viste un vestido blanco veraniego, y por debajo su traje de baño. Al igual que ella, yo también llevaba mi traje de baño puesto y por encima sólo unos shorts.

Llegamos rápidamente, pasamos los toldos blancos y buscamos un lugar en la extensa arena. Sinceramente no había nadie, y es entendible, no a todo el mundo le gusta mostrar su cuerpo completamente al natural, para nosotras es la primera vez.

Lauren y yo dejamos las toallas en la arena y nos acercamos a una sombrilla para tener un poco de sombra. Quitó su vestido, yo también mis shorts, desprendí mi bañador quedando con los pechos al aire. De inmediato el calor golpeó mis pezones que sin duda no estaban acostumbrados a ello, haciendome sentir extraña.

Lauren me ayudó con el protector solar y quedé sólo con la parte de debajo del bañador. Yo también la ayudé aprovechando la oportunidad para masajear sus pechos. Se colocó las gafas de sol, y recogió su cabello en un moño desordenado. Se rescostó en la toalla y quedó completamente al sol.

-Oye, ¿Tú quieres quedar como un nugget?

-No, quiero broncearme, Camz.

-Entonces ponte bloqueador solar en la chuchis, exhibicionista-Soltó una carcajada.

-Ya me puse, no te preocupes.

-Cuando te arda por el sol no me pidas que te ayude-Levanté mis manos en señal de que me estaba excusando mientras ella seguía en la suya. Sin duda era raro verla tomar sol literalmente desnuda, no estoy acostumbrada para nada, en casa no lo hace porque no le interesa y no tiene tiempo, y las demás veces porque la he visto en bañador, y las cuento con los dedos de las manos. Tomé mis lentes de sol y me los puse-Voy al agua.

-Está bien.

Caminé hasta la orilla y dejé que el agua templada chocara contra los dedos de mis pies. Los moví sintiendo la placentera sensación de la arena fina y mojada en ellos. Me senté en el agua dejando que todo mi cuerpo sintiera un poco de la temperatura hasta que se acostumbrarse, es raro sentir tanta paz sin estar al pendiente de dos criaturitas. Una que come arena y otra que puede perderse. Desanudé mi bañador y me lo quité quedando ahora sí perfectamente desnuda.

Me levanté luego de unos minutos y volví a mi esposa que ahora estaba boca abajo pero esta vez con las piernas cerradas. Me senté a su lado y ella ni siquiera se inmutó.

-Lolo-Ella se sobresaltó y me miró.

-¡Camila, me asustaste, idiota!

-No era la intención-Se dió la vuelta para mirarme, tenía los brazos cruzados y su cabeza apoyada en ellos.

-¿Qué pasó?

-Nada, vas a quedar como un camarón.

-No, voy a quedar bronceada.

-Como sea, venía a estar contigo-Acaricié su espalda baja casi llegando a su culo.

-Aja-Se dió la vuelta y se apoyó en sus antebrazos mientras acomodaba su cabello.

-Tienes arena.

-Estamos en una playa, Camila, es obvio que hay arena-Pasé mi mano por sus pechos quitando la arena que se le había pegado. Luego bajé hasta su abdomen e hice lo mismo.

Se incorporó y gateó los pocos centímetros que habían entre nosotras. Se arrodillo frente a mí, me tomó de las mejillas y empezo un beso salvaje entre nosotras dos. La tomé de la cintura y se sentó en mi regazo. Sentí el calor de su centro contra el mío, además de su humedad.

Me tumbó en la arena, quedando ella encima. Acaricié sus muslos que tanto me gustan y llegué hasta su culo. Lo apreté haciendola gemir. Nos separamos y ella se sentó finalmente. Acaricié su cintura con cuidado.

-Te amo, pero no podemos aquí.

-¿Y quién lo dice?-Me incliné y dí una lamida por todo su centro, sentí sus fluídos incrementarse. Aproveché que me había incorporado para besar su cuello mientras dejaba alguna que otra marca. Tomé uno de sus pechos y lo apreté.

-Amor... no me tientes-Bajé mis besos a sus pechos y comencé a chupar sus pezones. Me acercó con sus manos para que no me separace. Tomé uno y lo estiré como si fuera de goma. Eso la hizo gemir aun más alto. Con mi otra mano, comencé a estimular su clítoris, mientras seguía jugando con sus pezones. Me pasé al otro e hice lo mismo, tanteé su entrada y metí dos dedos de golpe. Suspiré y los curvé tocando su punto dulce-Camz...-

-Shhh-Besé nuevamente sus pezones. Volví a tomar uno y lo succioné haciendola suspirar. La tomé de la cadera y ella me empujó, caí nuevamente sobre la arena ella comenzó a penetrarse con mis dedos. Los quité de su entrada y la noté molesta-Sientate, ven-Sonrió y se posicionó sobre mi cara. Con sus piernas a un costado de mi cabeza, mi nariz acariciaba su clítoris. Literalmente cuando mi lengua la tocó se corrió. Tragué todo su orgasmo, dios, había desatado una catarata que parecía eterna. Se levantó de encima mío y y caminó hacia el agua.

-Lolo, no te vayas-Ella se inclinó un poco, abrió sus piernas y meneó sus caderas, mostrándome su sexo-Hija de puta-Ella rió.

Me levanté y caminé detrás de ella. Me tomó de la cintura y besó.

-Te amo.

-Me amas, porque te doy todos los gustos y te mantengo satisfecha.

-Te amo porque eres tú y por todo eso-La tomé de las mejillas y volví a besarla mientras que ella me abrazaba por la cintura.

Recuérdame [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora