"Y tú, ¿Le conoces? Le han llamado de muchas formas a lo largo del tiempo, pero nunca nadie ha pronunciado su nombre en realidad. Tan magníficos, pero tan fugaces son los sentimientos provocados por su presencia errónea y banal. Frágiles, como un pedazo de cristal que quiere retomar su lugar, pero no puede, pues su destino ya no pudo superar. Y al igual que las existencias inanimadas, nosotros también portamos aquella debilidad. Somos existencias pasajeras, y por mucho que la añoremos, esa posibilidad nunca podrá llegar, pues nuestro corazón no fue diseñado para soportar tales tormentos."
(Zander, año perdido)
—¡Yoko! ¡Yoko! —Gritaba incesante el pequeño Zorua corriendo a través de la desgastada vereda más allá del límite de su pueblo—. Yoko, ¿a dónde te has metido? —Repasaba en su cabeza la última conversación que tuvo con ella sin dejar de correr a toda prisa en los últimos minutos de luz solar. Una explosión de matices rojos coloreaba el horizonte perdido entre las nubes de lluvia que poco a poco se iban acumulando a lo largo y ancho del cielo aquella tarde de verano—. Yoko... ¿por qué me has abandonado? —Preguntó cabizbajo una vez salió de la vereda hacia el reverdeciente campo abierto, no sin antes buscar la silueta de su pequeña amiga Fennekin en todas, direcciones en medio de jadeos e hiperventilaciones.
El tiempo que pasaron juntos como compañeros inseparables fue el de toda una vida, incontables juegos y aventuras bombardeaban la mente del Zorua; noches de desvelo bajo el firmamento observando las estrellas fugaces, intensas caminatas en medio de la lluvia para volver a casa, correr en los verdes campos de la pradera iluminada por insondables cielos cerúleos, e incluso zambullirse al efervescente mar desde la bahía cercana cuando la marea así lo permitía. La historia de Yoko y Hari había sido una epopeya vehemente hasta la mañana de aquél día en que la Fennekin decidió marcharse, dejando sólo detrás de sí una pequeña nota incompleta dentro de su habitación luego de pedir a Hari marchar en busca de pinturas al centro del poblado donde vivía como extraños, usando el aniversario de su encuentro como una mera excusa para distraerle.
«Fulgurante y abrasivo fue lo que vivimos juntos como hermanos. Muchas gracias por brindarme un hogar, pero ahora debo marcharme, alguien allá afuera lleva tiempo esperándome.»
Mencionaba la nota sin decir a dónde, sin decir hasta cuando, sin decir un adiós o siquiera un hasta luego. Un escrito apresurado e impulsivo, tal como la misma Yoko, era ahora lo último que conservaba de ella.
—¡¿Y qué hay con tu promesa de que estaríamos juntos para siempre?! —Gritó exasperado, arrojando un pequeño frasco de pintura hacia el frente; salpicando al pasto aledaño en tonalidad azul cian—. Con esos colores... ¡Yoko quería pintar un dibujo del mar! —Corrió sin vacilar a toda prisa en dirección a la costa gritando por su nombre, esperando que el viento arrastrase su voz hasta dar con ella—. Eres lo único que tengo... eres lo único que me queda, no quiero perderte a ti también. —Menciono Hari entre suspiros, sentado sobre el acantilado frente a un arco de piedra diseñado para observar los últimos minutos del astro rey antes de ocultarse debajo del oleaje.
Dos veces había ido en su vida a ese lugar, ambas con Yoko. Un juramento de salir a explorar el mundo fue hecho cuando aún eran niños y lo reafirmaron apenas hace un año cuando un brillo escarlata intensó llamó su atención desde la distancia. Una gema roja como el fuego fue encontrada a los pies del arco en ese momento y le fue entregada a la Fennekin con la intención de resguardarla hasta dar con su dueño. Situación que jamás ocurrió. Aprovecharon entonces la casualidad para sentir la sal de mar en el rostro al mismo tiempo que reavivaron sus promesas. Esta vez, sin embargo, Yoko no se miraba animada del todo a repetir las palabras que su yo de niña había dicho, y si lo realizó fue así más como un capricho al insospechado de Hari.
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Presente de Amor
FanficUn pequeño Zorua llamado Hari parte en busca de su mejor amiga Yoko luego de que esta se marchase sin decir nada. Desesperado y lleno de temor llega a un misterioso pueblo sintiendo que fue llamado por ella desde ese lugar. Historia y la ficha de pe...