•Alex•
Es sábado y la gente se desespera haciendo hordas emocionadas y molestas empujando hacia un lado y otro para ingresar al aeropuerto, mientras que yo solo floto en mi nube de felicidad dirigiéndome a la sala de espera donde sé que Piper va a llegar.
He estado ansiosa por volver a verla, sobre todo en estos tiempos y dado lo mucho que vamos a celebrar en compañía de la otra.
He traído un ramo de rosas conmigo para hacerle saber lo feliz que me siento de recibirla y darle un poco de amor anticipado, y aunque espero no haber exagerado, no importa si lo hice, Piper se merece lo mejor del mundo todo el tiempo.
Mis ojos recorren la sala esperando que los pasajeros aparezcan por el pasillo y cada segundo me parece eterno para abrazar a mi amor.
Las manos me sudan y creo que incluso mi corazón se está preparando para tener una arritmia a penas la vea caminar con el resto de personas insípidas a su alrededor.Nos hemos visto dos veces en el casi año que hemos estado separadas, y esta será la tercera.
Eso sin contar que mañana es su cumpleaños, y es por ello que ha venido precisamente, porque quiere celebrarlo conmigo.
¿A caso puede ser más linda? No lo creo, Piper es increíble.
Las personas comienzan a salir del pasillo con bastante prisa hacia la sala donde sus seres queridos los reciben y cuando por fin veo esa melena rubia despeinada mi corazón late de forma frenética y mis rodillas tiemblan casi haciéndome caer de bruces en el piso.
Me quedo pasmada sonriendo un momento mientras que ella nota que estoy aquí, y a penas sus ojos me ubican la sonrisa más preciosa y perfecta cargada de emoción, se dibuja en sus finos labios.
Avanzo lo más rápido que puedo esquivando personas y maletas hasta estar frente a ella que suelta su equipaje y me abraza con emoción.*Alex: -Por fin estás en mis brazos, amor...- Suspiro por el olor de su cabello y el apretarla así contra mi cuerpo me hace sentir poderosa. Como si no hubiera nada que pudiera vencerme en ningún aspecto, pero sabemos bien que estoy lejos de eso.
*Piper: -No hay mejor sensación que la de volver a estar contigo...- Nos damos un beso largo y luego la sonrisa se nos llena de lágrimas.
Ha pasado tanto tiempo que no hemos compartido, que incluso mi corazón pesa de solo imaginarme las veces que me ha necesitado y yo no he estado ahí a su lado.Vamos al departamento llenas de ansias por estar a solas, y el caminar con ella de la mano, besarla en público y no detenernos a tener muestras de afecto es increíble.
Jamás pensé que el sentirnos así de libres sería tan maravilloso, y ahora veo de lo que nos perdimos solo encerradas en mi departamento de Nueva York.
Ella conoce a la perfección mi departamento, aunque en realidad no hay mucho que conocer, pero sabe que es bienvenida y que todo lo que hay aquí es de ella también, y sin reparo se deshace de su ropa mientras me mira de forma coqueta.
Cada vez que ella viene a visitarme no podemos evitar hacer el amor en el primer instante en que nos quedamos a solas, es como si hubiera un detector de sexo que nos evidencía ante la otra y nos pone en la misma sintonía con ganas de sentir todo el amor que nuestros cuerpos son capaces de expresar.
Me hace caer sobre el sofá y sube a horcajadas apresurándome a tocarla casi con rudeza.
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ENSÉÑAME
FanfictionUna historia entre dos almas gemelas tan inteligentes para saber reconocer sus sentimientos y diferencias, con bastante tacto para tratar de hacerlo funcionar para ambas, pero lo suficientemente desesperadas como para no perder el tiempo y enfrentar...