Capítulo 4

3.4K 293 397
                                    

T/n

¿Saben esos momentos en los que solamente quieren que el mundo se detenga y salir corriendo? Bueno, ese era mi caso.

Aidan estaba parado allí...

A solamente unos metros de mí...

¡Rompe esos metros y besalo ya!

Mi conciencia no tenía dignidad, pero yo sí. No iba a tirar a la basura lo que me quedaba de dignidad.

—¿Qué quieres? —le respondí con la voz más firme que pude tener

Él soltó una risa irónica

—¿Qué, qué quiero? —se acercó a mí, sacando sus manos de sus bolsillos delanteros —. Quiero hablar, eso es todo.

—Ya estamos hablando, ¿no?

—Me refiero a una conversación real —reprendió

—Esto es una conversación, ¿no? Una persona habla, la otra responde con algo. Es eso, ¿no? —replique

Me gustaba hacerlo enfadar y que insistiera.

—Esto es en serio, T/n.

—Yo también hablo en serio, Aidan.

Pasó su lengua por debajo de sus dientes

—¿Ese chico es tu novio? —me preguntó con los puños apretados a sus costados

Sabía que estaba hablando de Evan.

¿Es que este hombre es más idiota que Ethan o que?

Desde que Aidan y Ethan se alejaron de mí, yo no quise saber del amor nunca más. Pero las cosas cambian.

Uno vuelve a donde fue feliz, querida

Yo aún quería a Aidan, pero mi estúpido orgullo era mucho más fuerte y grande que mis ganas de decirle que lo quería. Yo lo quería a él.

Pero yo quería que él sufriera un poquito —solo un poquito —así que lo único que salió de mi boca fue:

—Sí —respondí firmemente —. ¿Algún problema?

A veces me da pena ser tu conciencia

—Ninguno.

No se puso celoso ni nada, ninguna muestra de odio hacia a mí. Nada.

Se hace nada más

Bien —respondí, me di la vuelta para poder abrir la puerta de mi casa y escuché unos pasos a mis espaldas

—¿Crees qué soy tan estúpido como para creerme eso? —me preguntó a susurros cerca de mí oído

Su voz ronca y susurrante hizo que me diera escalofríos por todo el cuerpo, hasta mis piernas comenzaron a temblar.

¿Por qué tiene que tener una voz tan sexy?

—¿Me crees estúpido? —me susurró de nueva cuenta

Por favor que dejará de hacer eso, porque sino, no podría responder.

Y lo peor no fue eso, sino lo que hizo a continuación:

—¿No dirás más nada? —colocó su mano en mis caderas y en ese momento sentí que mis piernas estaban como gelatina

Rápidamente me dio la vuelta y me acorraló contra la pared

—Mírame —me pidió —. Quiero. Que. Me. Mires —tomó mi barbilla y alcé la mirada —. ¿Me crees estúpido?

Auge ✔(Aidan Y Tú) 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora