Bajo el abrasador sol del cielo de Seúl y rodeado de un sinnúmero de personas, tanto locales como extranjeras, se halla un apuesto y sonriente jovencito con mochila al hombro.
Fascinado, observa cada detalle de la ciudad. Él esconde sus castaños y expresivos ojos debajo de unas oscuras gafas, las cuales retira para poder apreciar con más claridad la belleza del paisaje citadino en el que se encuentra.
Sin poder ocultar su expresión de asombro y su radiante sonrisa, gira sobre los talones y alza la vista al cielo, cegándose por un instante gracias a los intensos rayos del Sol. Sin embargo, en lugar de molestarlo lo hacen sentir vivo. La sola idea de verse en medio de todos aquellos surcoreanos provoca que su corazón palpite incesantemente debido a la emoción.
La cálida y agradable brisa juega con su lacia y cobriza cabellera, envolviéndolo en una sensación de absoluta tranquilidad. Él cierra los ojos, abre los brazos e inhala profundamente hasta llenar por completo sus pulmones de aire, para después exhalarlo lentamente.
Sin pensarlo dos veces, quita de sus hombros la grande y pesada mochila, se acomoda en cuclillas y extrae una cámara profesional. Toma también un largo lente fotográfico, lo coloca en ésta última y comienza a capturar decenas de imágenes del interesante lugar turístico en el que ahora se encuentra.
En un extremo, a unos metros de donde está él de pie, se ubica la escultura de un legendario héroe: el General Yi Sun Sin, que aunque se trata de una imagen inanimada, provoca una sensación imponente e intrépida cuando se le observa parado en la enorme estructura de concreto, sosteniendo su inseparable espada como todo un guerrero. A los pies de éste, emerge del suelo la refrescante agua proveniente de las fuentes enclavadas en cada costado.
A espaldas del trascendente personaje histórico, a una distancia considerable, se aprecia el impresionante monumento al Gran Rey Sejong. Los cálidos destellos del día se posan sobre la significativa figura dorada, haciéndola lucir verdaderamente majestuosa, digna de un monarca. Sosteniendo un libro en la mano izquierda, éste parece querer llamar la atención de sus ciudadanos al mantener el brazo derecho levemente alzado mientras descansa en su áureo trono.
De manera extraordinaria, para el atractivo muchacho ambas efigies aparentan estar conscientes de todo lo que sucede alrededor; curiosas, vigilantes de cada uno de los movimientos no sólo de él, sino del resto de los paseantes.
Emocionado, el joven turista dirige la lente en dirección a la estatua del desaparecido gobernante. Enfoca perfectamente su objetivo y hace un rápido acercamiento al rostro del mismo, asombrándose aún más luego de distinguirlo con más detalle. Es como si la efigie le sonriera, como si le diera la bienvenida por cuarta ocasión al país del kimchi. Él presiona el obturador e inmortaliza, una vez más, ésta imagen.
Satisfecho por haber conseguido impresionantes fotografías, el caballero deja caer el peso de la cámara sobre el lazo que la une a su cuello. Alza la vista una vez más, utilizando la palma de su mano como visera, y aprecia por unos segundos la figura que acaba de retratar.
Posteriormente, él observa su reloj de pulso y se percata de lo tarde que es. Lleva apenas unas cuantas horas en Seúl y no puede evitar sentir la necesidad de reocorrer todos sus rincones en busca del espacio ideal para fotografiar. Sin embargo, luego de haber caminado por casi toda la tarde, la sensación de cansancio comienza a acentuarse en su atlético cuerpo. Además, debido a la adrenalina que este pasatiempo le provoca, ha olvidado probar bocado, y su estómago ya se lo exige.
Así es Víctor, apasionado de la fotografía y en ocasiones bastante distraído. Es un afortunado chico latino de personalidad chispeante; inteligente y muy sarcástico.
Hace unos meses, cuando cursaba el último semestre de licenciatura en publicidad, tuvo el privilegio de exhibir en representación de su universidad un magnífico portafolio fotográfico, el cual posteriormente fue elegido para competir con otros a nivel nacional.
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The Baddest Female (K-Pop) [2NE1]
Hayran KurguVíctor es un carismático, extrovertido, sarcástico y creativo chico latino, estudiante de publicidad. Por azares del destino su ingenio es descubierto por un famoso cazatalentos surcoreano quien posee conexiones con una de las agencias de entretenim...