Capítulo 3

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Jace aparca su auto y apaga el motor. "¿Vienes?" Él pregunta, dándome

pocas opciones debido al tono de su voz.

Miro alrededor del aparcamiento, no hay nada excepto un camión rojo al

lado nuestro, mientras pienso en mis opciones. No tengo idea en dónde

estamos y no sé que es más seguro ni cual es la mejor idea.

"No estaremos mucho tiempo, sólo cogeré algo de la casa de mi amigo. Él

ni siquiera está en casa, sigue en la fiesta." Él me asegura.

Agarro mi teléfono y salgo del auto de Jace. Por alguna razón estoy

nerviosa y cuando un gato se nos cruza doy un salto hacia atrás.

"¿Asustadiza?" Jace me da una sonrisa oscura y ese sentimiento de

ansiedad cuando te sudan las palmas de las manos, tu cuello pica como si

te estuvieran clavando cientos de agujas y no puedes evitar temblar, soy yo

en este momento.

No le contesto, en cambio lo sigo en silencio, contando los pasos en la

escalera de metal mientras subimos. Cuando llegamos a la puerta de

madera, Jace gira el pomo sin llamar antes.

No se abre fácil, la puerta se traba y el sonido de la madera astillada llena el

espacio vacío. Cuando logra abrirla, me mira y me señala para que lo siga.

Vacilo antes de entrar al apartamento. Segundos después de que entro,

observo que la mesa está cubierta de cajas de pizza y latas de cerveza y

me toma todo mi auto control no limpiar este desastre mientras Jace hacía

lo que sea que tenía que hacer aquí.

Miro al extraño que acepté que me llevara a casa desde una fiesta que no

debería haber estado en primer lugar. Él está buscando en los estantes de

la cocina y sigue estando atento por algo. O por alguien.

"¿Él sabía que vendrías verdad? ¿Tu amigo?" Le pregunto. Tengo el

presentimiento de que a ese "amigo" no le gustará que Jace esté

registrando sus estantes mientras no está en casa.

Espero que esté equivocada, pero no pienso que lo esté.

Jace ríe, sacude su cabeza y empuja sus lentes hacia arriba desde el

puente de su nariz.

"Está bien. Él no se enterará de todas formas."

Miro alrededor de la habitación de nuevo, mi sangre está corriendo y mi

cerebro le grita a mis pies que me mueva, ahora.

"Ahh, lo tengo." Él levanta un llavero, sujetándolo en el aire con una sonrisa.

"¿Le estás robando a tu amigo?" Le pregunto, con voz crítica.

Él ríe despacio, cerrando sus manos al rededor del llavero mientras camina

hacia la puerta. "No es tan grave, Tess."

"Tessa." Rápidamente lo corrijo. Él no me gusta. Para nada. No me gusta la

forma en que me siento al lado de él.

Never (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora