#19- Johnny x Taeyong

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Todas las mañanas Johnny es el primero en despertar para tomar su café en la tranquilidad del departamento. Aquella mañana no es la excepción.

Johnny sale de la habitación, cuidando de apagar todas las luces para que Haechan pueda descansar unas horas más, y cierra la puerta. De inmediato tiente un olor amargo en el ambiente. Sonríe. Camina lento hacia el comedor, sus piernas aún se sienten algo perezosas y arrastra un poco sus pies.

Cuando le ve entrar, Taeyong le extiende una taza rebosante de café recién hecho. El líder se ve lindo con paseándose por la habitación en un pijama que parece suave al tacto y unas pantuflas con forma de garras. Los días han comenzado a ser un poco más fríos y Taeyong es uno de los más propensos a sentir aquellos cambios de temperatura, en unas semanas posiblemente lo vieran rondar envuelto con mantas por todo el piso.

Johnny toma el control remoto y enciende la televisión, les gusta escuchar las noticias matutinas y el clima de la semana en lo que el resto se digna a despertar. Taeyong se sienta frente a él, doblando una de sus piernas sobre la silla y colocando la otra encima. Le deja estar, sabe que por más que le diga que puede estropear el tapizado su amante es necio como un burro. Beben sus cafés en silencio. A Taeyong le gusta concentrarse mirando la pared. A Johnny le gusta mirar el rostro de Taeyong e intentar adivinar sobre qué pasa por su mente ¿será la agenda? ¿sus nuevos comebacks? ¿tendrá que irse al extranjero?

—Un dólar por tus pensamientos—dice a modo de cliché.

Taeyong parpadea un par de veces antes de contestar: —Un estanque de peces.

Johnny está tan perplejo que no puede evitar reírse. Su amante es quizás la persona más tierna y rara del mundo, porque después de esa extraña declaración, le mira con sus grandes ojos iluminados, como si fuera la mejor idea del mundo.

—¿Cómo?

—¡Es perfecto! Podemos criar peces, John ¡muchos peces! — las palabras parecen extremadamente serias.

Entonces Johnny recuerda que hace unos meses han hablado sobre criar algo juntos. Pensaron primero en algún cachorro, pero sabían que por sus agendas era imposible, lo mismo para las aves y los reptiles. Incluso pensaron tener algunos insectos, pero posiblemente serían echados de NCT si aparecían en alguno de los pisos con una granja de arañas pollito. Entonces...

—¿Estás seguro que quieres una pecera? — preguntó en un tono suave.

—Absolutamente, sería feliz compartiendo hasta la más pequeña cosa contigo.












Todas las mañanas Johnny es el primero en despertar para tomar su café en la tranquilidad del departamento. Sale de su habitación y cierra la puerta con cuidado, sintiendo el aroma a café por todo el piso. Camina perezoso por los pasillos, preparando su corazón para lo que sabe que va venir. Taeyong le sonríe al verlo entrar y le extiende una taza de café recién hecho. Enciende la televisión y pone el canal del clima. Taeyong mira concentrado a la pared mientras toma su café y Johnny le mira a él, intentado adivinar en qué está pensado. Aquella mañana no es la excepción. Sin embargo...

— Johnny.

—¿Sí?

Te amo.

Y Johnny sonríe, porque ni él mismo sabe cuánto tiempo ha esperado para escuchar esas palabras y se siente casi absurdo escucharlas cuando están hablando sobre criar peces juntos. Pero ¿cómo podría quejarse cuando Taeyong tiene la capacidad de hacer cada uno de sus momentos únicos e inolvidables?


Pausa para el café (NCT-GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora