Han pasado ocho años desde que nos despedimos de Korosensei, a pesar de que dijimos adiós, ninguno lo sintió como tal porque cada que viajamos a aquella montaña y entramos a aquel salón de clases, sentimos que está allí junto a la profesora Aguri. Ambos profesores, por alguna razón, nos cuidan y nos guían.
A pesar de que la guía, con consejos para nuestra vida, que hizo el profesor es bastante grande, algunos hemos podido terminar de leer. Más que nada Karma y yo, Nagisa, tal vez porque los consejos que nos dejó eran un poco más serios que los otros o tal vez porque simplemente queríamos recordarlo un poco más.
Realmente no lo sé, pero lo que sí sé, es que me ha ayudado mucho.
Durante el último año, me dedique a terminar mis "pendientes", la meta que había trazado para convertirme en profesor la logré y ahora tengo un título que lo aprueba, incluso tengo un trabajo también.
Fue un año difícil, tuve muchos obstáculos, muchas personas me subestimaron e incluso mis propios alumnos creían que podían ignorarme como lo hicieron con muchos otros profesores. Pero como escribió Korosensei, no debía rendirme, debía sacarle provecho a cada situación, aprender de cada derrota y volver con más fuerza.
Aunque todo hubiera resultado bien, mis alumnos teniendo notas sobresalientes y yo obteniendo trabajo. Había algo que aún tenía pendiente, ese último consejo que no había querido compartir con nadie, ni siquiera con Karma.
No sé cómo Korosensei me conocía tan bien, pero ese último consejo fue tan acertado que hasta me dio escalofríos y durante un tiempo tuve miedo de que alguien lo leyera, era como un pequeño secreto sucio que no quieres que nadie se entere. Sí, Korosensei se había dado cuenta de mi "debilidad", durante meses me pregunte si alguien más se había dado cuenta, pero nadie me hablo o siquiera hizo alguna insinuación sobre eso.
Nagisa-kun, sé muy bien que a tu edad las hormonas se alborotan y puede que quieras experimentar. Algunos dirán que estas confundido, otros dirán que solo quieres hacer eso, experimentar. Pero nadie más que tú sabe lo reales que son tus sentimientos.
No te digo que están mal, no digo que tú estás mal o que eres un error. Eres un humano, un joven asesino, un joven estudiante que tiene el derecho de enamorarse aún si es de su mejor amigo.
Sin embargo, puedo asegurar que aún son demasiado jóvenes para dichos sentimientos, no te digo que los ignores o que los reprimas. Tan solo te aconsejo que te pongas un objetivo, algo que quieras alcanzar y no importa el tiempo que te tome, si en ese momento aún sientes lo mismo y tienes oportunidad, hazlo.
Cuando finalmente tengas estabilidad en tu vida, ve por ello. Encárgate de que esa persona se dé cuenta también de que estas allí, hazle saber de tus sentimientos y roba su corazón.
Eres un asesino prodigio, usa esas habilidades para ganarte su corazón, estoy seguro de que lo lograras porque, los conozco tan bien que, sé que ambos son el uno para el otro. Tienes mucho tiempo, no te apresures y disfruta el tiempo al lado de tus amigos.
Había sido acertado, indudablemente estaba y estoy enamorado de mi mejor amigo.
Karma no sabía nada de eso, realmente dudo mucho que él siquiera se dé una idea. Eso me da miedo, porque no sé cómo podría reaccionar, ¿reaccionaría bien? ¿Me odiaría por ello? Temo que se enoje y se aleje por haberle ocultado este secreto por tantos años, porque desde la guerra que tuvimos con los demás habíamos decidido no guardar secretos y ser honestos, pero fue algo que no pude cumplir.
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Tiempo para: el último consejo (Karmagisa)
FanfictionOcho años después de la muerte de Korosensei, Nagisa aún mantiene la guía para la vida que le dejo el singular profesor. A pesar de que muchos consejos le sirvieron y otros, no tanto. Hay un consejo que no ha podido tomar y, aunque se siente prepara...