Capitulo 1

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Me veo al espejo por última vez y veo mi rostro con un maquillaje moderado pero lo suficiente para llamar la atención, un labial rojo intenso pintar mis labios, mi rubio y largo cabello recogido en un moño representando los pétalos de las flores y mi blanca piel enfundada por un vestido blanco de mangas de encaje, pegado a mi cintura estilo corte de princesa.

Suspiro y me giro tratando de encontrar mi celular por la habitación, el leve ruido de mis altos tacones es lo único que se escucha dentro. Tomo mi celular y logró tomarme una foto frente al espejo. Pero antes de apartarme observo el pesado objeto entre mi cabello siendo oro plateado y piedras de rubí, diamantes y swarosky en ella.

Tomo mi ramo consistiendo de rosas Rojas y salgo de la habitación.

— ¿Esta lista señora? — me cuestiona mi guardaespaldas.

— Si Nicolai, estoy lista — digo mientras salgo de nuestra habitación, caminando por los pasillos de ella.

— Ezequiel que tengan listo todo, la señora se dirige hacia la limusina, recuerda las instrucciones a todos los de seguridad — ordena Nicolai a través de su móvil.

Al girar frente a las grandes escaleras se encuentra  Ezequiel al pie de ellas. Camino lentamente con cuidado de no caerme. Bajo completamente y veo a los empleados en fila.

— Se ve completamente hermosa mi señora — dice Vicky.

— Gracias Vicky, ¿no irás a la boda? — acotó viendo que esta muy bien vestida pero aún aquí.

— Claro que si mi señora, pero iré a la recepción directamente, tengo que supervisar el catering como usted y el señor me ordenaron — sonríe.

— Lo eh olvidado disculpa — acotó nuevamente.

Con una sonrisa salgo de ahí. Cuando estoy por subirme al auto todo pasa en cámara lenta un Audi R8 es estacionado con dos camionetas negras detrás y veo a Massimo salir corriendo hacia mi.

— TIAAAA!! — grita y al llegar a mi se aferra mi cintura.

— ¿Qué pasa mi amor? — cuestiono sumamente preocupada.

— Dejame quedar contigo, no me envíes con la víbora de mi mamá, por favor tía te lo suplico — exclama demasiado alterado.

Le doy mi ramo de rosas a Ezequiel y me bajo a su altura y lo abrazó.

— Tranquilizate, ¿sí? — le digo dulcemente.

— Si.. Si tía — acota mientras sorbe sus mocos.

— Nicolai comunicame con Maximiliano — ordenó mientras llevo en brazos a Massimo dentro de la mansión.

Mientras camino siento como Massimo se hunde en la curvatura de mi cuello, para ser un niño de 6 años es bastante inteligente y pronuncia bien casi todas las palabras.

— Señora, el señor Miller está al teléfono — me informa Nicolai.

— Dame un momento — acotó mientras termino de subir las escaleras y llego a la habitación. Al despegarme a Massimo noto que se quedó dormido. Lo depósito en la cama y lo acomodó bien.

Tomo el celular y contesto — Hola — digo casi en un susurro.

Mi amor, ¿estás bien?, ¿sucedió algo?, ¿porque no has salido de la mansión? — cuestiona preocupado.

El Mismo Diablo (1° SIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora