CAPÍTULO 26

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Una vez más hubo el cambió de agentes dándome a entender que iniciaba la madrugada.

Me acosté en un intento de dormir, pero desde la conversación con Lena, simplemente dormir ya no era una tarea fácil. Mis ojos últimamente parecían arder a causa del cansancio, seguramente estaban rojos y hacía lo posible para mantenerlos abiertos, y por otro lado en mi mente parecía haber mucho ruido el cual claramente no podía controlar.

No sé cuantos días habían pasado desde mi último encuentro con Lena y parece que a los Súper y a mis padres les tenían prohibido darme mucha información de lo que sucedía allá afuera. Pero sus visitas eran más que suficientes, de hecho debía de sentirme agradecida por ello.

Todo se había transcurrido en una rutina tan aburrida y había aceptado que era mejor aceptarla porque daba la impresión que era la rutina que tendría hasta un tiempo indefinido. Simplemente era la realización de mis necesidades básicas y quedar la mayoría del tiempo acostada o sentada en ese incómodo lugar en donde tenía que descansar.

Cerré mis ojos dispuesta a dormir, el silencio del lugar logrando hacer que fuera imposible no escuchar mis pensamientos, pero de pronto estos se callaron y absolutamente todo fue un silencio. Me comencé a sentir liviana y todo mi cuerpo comenzaba a relajarse.

Parecía estar durmiendo, pero no llegaba a estarlo profundamente. Una parte de mí aun seguía atenta a todo, pero la otra se encontraba relajada. De pronto comencé a sentir que algo estaba cerca de mí, pero aún así no podía lograr despertar.

"Hija de la casa de EL..."

Logré escuchar en un rincón de mi cabeza. Su voz era tan profunda, rasposa e inquietante.

"Has arruinado todo"

Nuevamente se pudo escuchar esa voz que llegaría a atormentar a cualquier mortal. En sueños pude ver como de un momento a otro en donde solo había oscuridad aparecieron dos ojos brillantes de color rojo.

"Lillian se ha equivocado contigo, pero yo no lo haré"

Queda atenta a sus palabras, no había ningún tipo de reacción en mí. De hecho me quede en espera de oír nuevamente aquella voz. Pero nada pasaba y cansada de solo ver oscuridad y aquellos ojos brillantes, decidí por hablar.

"¿Qué tienes que ver con Lillian?" Pregunté, mi voz también recorriendo cada rincón de mi cabeza.

Luego de aquella pregunta, se pudo oír una carcajada de aquel ser que estaba en mi cabeza y siendo intruso de mi sueño. Era el sonido más horrendo que había escuchado en mi vida.

"¿Quién eres?" Pregunté, haciendo que ese sonido horrendo dejará de retumbar en cada rincón de mi cabeza.

"Hace miles de años he tratado de invadir la tierra y mi cometido fue interrumpido por malditos dioses y humanos" su tono se voz era de frustración "ahora he tratado de atacar desde el interior y nuevamente he fallado. Esto solo hace que le tenga más manía a su inútil mundo"

¿Invadir la tierra?¿Qué?

"¿Y por qué no lo hiciste nuevamente por tu cuenta?" Me atreví a preguntar "pareces lo suficiente poderoso como para entrar a mi mente"

Nuevamente el horrendo sonido de su risa se escuchó haciendo que sintiera cierta incomodidad.

"Soy un Dios, pero he vigilado suficiente tiempo la tierra como para saber que ahora ustedes los Kryptonianos son un problema" dijo arrastrando cada palabra "pero esto no es el fin, Luthor solo fue una opción que decidí tomar en cuenta, pero ahora que ha fallado voy a recurrir a otras alternativas, un tanto similares a la vez anterior"

Lena Luthor y Tú | Mi MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora