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Había una vez en un reino muy, muy lejano, la princesa Violeta estaba en la gran torre en la cual estaba atrapada

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Había una vez en un reino muy, muy lejano, la princesa Violeta estaba en la gran torre en la cual estaba atrapada. Su legado como princesa –o lo que su madre le había contado– era esperar aquel hombre el cual le iba a rescatar, se iban a enamorar, casar y tener un felices por siempre.

Tomó un libro cual portada era una hermosa princesa besando un sapo. Leyó las primeras páginas pero fue interrumpida por una piedra la cual golpeó el libro. Esta miro por la ventana para ver el causante de aquella interrupción.
pudo observar a un hombre de cabellera roja, maquillaje de payaso, y ropa extravagante.

—Violeta... eres tan linda—pronunció con total serenidad al ver el rostro de la dama a lo alto, ese cumplido hizo sacar una pequeña risa a la azabache —¿me puedes dejar subir, por favor?

Violeta hizo caso, lanzó una soga echa de cobijas, cortinas y otras cosas irrelevantes de mencionar. El caballero subió por esa soga, y al estar allá arriba se hincó, tomó las delgadas manos de la chica y las beso.

Ahora la princesa tenía a su caballero, pero este le disgustaba –al menos como pareja– aquel chico. ¿Por qué será?.

Muchas personas emparejan a sus novios pero no a ellas sabiendo que ellas hacen bonita pareja

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Muchas personas emparejan a sus novios pero no a ellas sabiendo que ellas hacen bonita pareja. Y si alguien está en contra de eso que venga y nos agarramos de madres :^).

🏰;; 𝒞𝓊𝑒𝓃𝓉𝑜𝓈 𝒹𝑒 𝒽𝒶𝒹𝒶𝓈.Where stories live. Discover now