CAPÍTULO 21 "TÍA"

12 3 0
                                    

Mientras Dolores hablaba de mi mamá me llenaba de felicidad. Me imaginaba su sonrisa y su forma de ser con los demás.

-¿Y la extrañas?. -Pregunté.

-Si. Era como mi hija. Yo cuide de las tres desde que salieron del hospital. Tres niñas que no dejaban de llorar. Y cuando crecieron siempre se peleaban. Pero más tu mamá y tu tía Verónica, aunque tu tía Maribel siempre fue la que intentaba calmar la situación.

-Wow. La verdad. Me hubiera encantado conocer a mi mamá. ¿Cómo dicen que murió?. -Frunci el ceño.

-Pues no se con exactitud. Estaba quejándose de los dolores en el vientre y yo salí al jardín a buscar unas hierbas para hacerle un té, entonces escuche gritos y unos segundos después escuche una mesa quebrarse. Entre muy asustada y la vi ahí tirada. -Dijo con la voz cortada. -Y la llevaron al hospital pero de igual forma su destino ya estaba escrito.

-Que rara muerte. ¿Por qué mi tía Verónica dice que fue Maribel?.

-¿Qué?. ¡Eso es una falacia! Maribel ni siquiera estaba en casa. La llamamos al llegar al hospital.

Baje la mirada y me puse a pensar. Si mi tía me ha estado mintiendo.

Narra Fernando
Salí del despacho y me iba a ir a mi cuarto pero tocaron la puerta.
Fui a abrir y vi a una mujer con cabello castaño, vestida con un vestido negro, un turbante por encima de su cabeza, unos lentes oscuros y unas maletas en sus manos.

-Hola. -Dijo sonriendo.

-¿Qué se le ofrece?.

La mujer se quito los lentes y fue cuando me di cuenta que era Maribel. La mire y me impacte.

-¿Maribel?. -La mire fijamente. -¿Eres tu?.

-Fernando Anderson. Veo que sigues viviendo en mi casa. -Cruzó los brazos.

-Bueno... Yo...

-Es chiste. -Sonrió. -No sabes lo feliz que me hace verte.

Se acercó a mí y me abrazo, acepte su abrazo y olí su cuello. Olía a un perfume de rosas que ella siempre usaba desde que la conozco y me gustaba su olor.

-No sabes lo feliz que estoy de volver. -Dijo mientras se separaba de mí. -¿Puedo pasar?.

Me hice a un lado y la dejé entrar. Maribel miraba la casa con felicidad y se giro a mí.

-Veo que todo sigue igual. -Dijo feliz.

-Todo sigue igual. -Me acerque a ella. -Y todo.

-¿De qué hablas?. -Preguntó nerviosa.

Me acerque a ella y acaricie sus brazos. Me apegue más a ella hasta que mi pecho estaba pegado al de ella. Levantó la mirada y se veía nerviosa. Tomé su mejilla y me acerque a ella para besarla.

-Sabes a lo que me refiero. -Dije en sus labios.

Estuvimos a punto de besarnos pero alguien salió de la cocina y se acercó.

-Disculpa. -Dijo Grace en un tono de enojo.

Ambos nos separamos y Maribel se giro a ver a Grace.

-¿Y ella quien es?. -Preguntó molesta.

Maribel se quito el turbante y se acercó a Grace.

-¿Tía Maribel?.

-Si. -Sonrió Maribel.

Grace y ella se abrazaron. Pero Grace no se veía tan feliz de verla.

-¿Qué haces aquí?. -Preguntó Grace.

-Vine a quedarme. Esta es mi casa. -Sonrió.

-Que sorpresa. Vienes aquí como si nada después de más de diez años, pensando que vas a tener una casa y todo. Pero no.

-¡Grace!. -Exclame molesto y me acerque a ella. -De hecho. Esta casa es de tus tías y los que sobramos aquí somos tu y yo.

-No. Pará nada. Ustedes tienen más derecho que yo, supongo. Pero bueno no quiero pelear con mi única sobrina. -Dijo Maribel feliz.

-Si. Me da igual.

Grace paso al lado de Maribel y subió a su cuarto.

-¿Porque es así conmigo?. -Preguntó confundida.

-No lo se. Han de ser los malos comentarios de Verónica que la influencian demasiado.

-Hablando de Verónica...

-¡Mi niña!. -Exclamó Dolores.

No termino de decirme pues al oír a Dolores se emocionó y corrió a abrazarla.

Las vi abrazarse y decidí irme a mi cuarto y dejarlas.

Narra Maribel
Dolores y yo nos abrazamos por varios segundos que se volvieron minutos, hasta que por fin nos separamos.

-No sabes cuanto te extrañe. -Dijo emocionada.

-Y yo a ti. -Sonreí. -Además me da felicidad ver que todo esta igual que antes.

-Si. Nada ha cambiado. -Solo que, Grace ya no es una niña.

TRIPLETS FOR YOUR LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora