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La primera vez que vi a Jimin y Jungkook, fue en una fiesta.
Acababa de llegar hace dos semanas hacia esa pequeña ciudad rural en medio de la nada, con mi madre y padrastro queriendo tener una vida normal luego de ser expulsados de la manada anterior debido a que mi progenitora engañó a su alfa. No era tan grave... al menos no lo era si mi papá no hubiera sido el Alfa de esa manada.
Mira, honestamente, me importaba una mierda todo eso porque mi papá era un bastardo que amenazaba a todo el mundo y mamá le tenía mucho miedo porque de vez en cuando él la golpeaba. Como alfa traté de defenderla muchas veces pero yo sólo tenía quince años y papá no era el lider del lugar por nada. Contrario a lo que papá esperaba, estaba muy aliviado de seguir a mamá, irme con ella y su nueva pareja en busca de un nuevo hogar en el que nos recibieran, y fue así como llegamos a ese lugar.
Mi padrastro, un alfa muy dulce y amable llamado Choi SeungHo, me miró por el espejo retrovisor.
-Tengo familia allí, Hoseok -afirmó con una sonrisa confiada-, ellos han hablado con el Alfa de la manada para aceptarnos.
Traté de devolverle la sonrisa para tratar de relajar a mi mamá también, que se veía muy nerviosa en el asiento delantero. Horas más tarde entramos a ese bonito lugar, cruzando un río que desembocaba en un enorme lago que visualicé a lo lejos. La ciudad se hallaba en un valle, metida entre una zona montañosa que le entregaba un aire más natural y familiar, así que me gustó de manera inmediata. SeungHo se dirigió enseguida hacia la Municipalidad, donde el alcalde -y Alfa- nos estaba esperando.
Todas las manadas funcionaban de esa forma como ciudades dirigidas por su Alfa, elegido en una lucha de poder, y cuyo mando perduraba hasta que fallecía u otro alfa más poderoso se lo quitaba.
SeungHo estacionó su auto en el aparcamiento y nos bajamos, guiándonos hacia el interior donde una bonita secretaria beta nos atendió, indicándonos que esperáramos sentados ya que el alcalde estaba ocupado en una reunión. Obedecimos de manera inmediata, viendo de reojo a mi mamá sacando su espejo de maquillaje retocándose el moretón que papá le dio como último regalo. Bastardo.
A los pocos minutos apareció por el pasillo el Alfa de la manada: alto, imponente y guapo, por supuesto, que se detuvo a mirarnos.
-¿Choi SeungHo? -preguntó con una ceja enarcada.
Mi padrastro se puso de pie con un salto. A pesar de ser un alfa, era bastante torpe.
-Si, si, soy yo -dijo atropelladamente antes de tragar saliva-. Lo siento, soy... uh... el hermano menor de Soowon, él...
