CAPÍTULO 12

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Capítulo 12: Sueños fantasmales.

No hacía frio, pero tampoco calor.

Me sentía presente en aquel lugar desconocido en el que me encontraba, pero a la vez no estaba presente.

Me sentía como un fantasma al que nadie podía ver a pesar de que a mi alrededor no había nadie.

Frente a mi veía unas inmensas paredes blancas y abajo de mi había cesped tan verde y vivo. Miré atrás de mi y vi unas rejas enormes que rodeaban lo que parecía una mansión o un castillo gigante así que regresé la mirada hacia la pared blanca que ahora veía con claridad y en realidad no eran del todo blancas, se veían más como beige, un tono cálido que inspiraba tranquilidad.

"izquierda o derecha" pensé, tenía que elegir un lado y caminar, no podía quedarme parada frente una enorme pared sin hacer nada.

Así que elegí izquierda.

Caminé un largo rato hasta intentar encontrar algo y mientras tanto observé el cielo, era de un azul perfecto con nubes blancas como el algodón, sin ningún tono de gris como normalmente había en el reino o como recordaba había en RodenHile.

Mi caminata terminó unos minutos después cuando me encontré con el frente del castillo/mansión. Habían unos postes enormes con distintos diseños blancos que sostenían un techo y unas escaleras que llevaban a un puerta grandísima de color café, era más grande que el castillo de James.

A mi mente llegó una curiosa pregunta "¿Dónde estoy?" ya que no reconocía absolutamente nada y me estaba frustrando.

Al lado de las puertas habían dos guardias, uno de cada lado mirando hacia el frente, no se movían absolutamente ni un centímetro pero me acerqué hacia ellos.

—Disculpe —le hablé a uno— ¿me podría decir en dónde estoy? —le pregunté, guardé silencio unos segundos a la espera de que respondiera pero se mantuvo en la misma posición y no se movió para nada, con los ojos hacia en frente y sin moverlos para observarme.— ¿señor?

Agité la mano frente a el pero siguió sin moverse así que finguí que iba a pegarle en la cabeza para que reaccionara pero no lo hizo y mi mano se dirigió directamente hacia su cabeza donde creí que golpearía al hombre. Pero nada de eso pasó ya que mi mano atravesó su cabeza.

Intenté tocarle el hombro pero mi mano volvió a atravesarlo como si yo fuera un fantasma.

Algo confundida me alejé de él y caminé hacia la puerta para entrar por ella, pero grande fue mi sorpresa cuando vi que mi mano también atravesó la jaladera de la puerta.

—¿Qué demonios? —susurré volviendo a intentarlo y seguía atravesando la jaladera— ¿y cómo se supone que entre? —pregunté como si alguien fuera a responderme, así que intenté pegarle a la puerta para desargar el enojo cuando mi mano, de nuevo volvió a atravesar algo pero esta vez la puerta y yo caí al suelo gracias a mi tonta rabieta. Curiosamente atravesé la puerta y caí dentro de el lugar.

—Por supuesto que podía entrar así, ¿por qué no lo había pensado? —solté para mi misma al verme tan estúpida. Si podía atravesar a los guardias y la jaladera de la puerta, era facil deducir que tambien podía pasar a través de la puerta de la misma forma.

Me levanté del suelo soltando un pequeño gruñido y observé el lugar por dentro que me dejó completamente anonada.

Era mounstruosamente más grande de lo que parecía por fuera. Las paredes eran del mismo tono de afuera y estaba completamente iluminado el lugar. Habían cuadros gigantes por todos lados con adornos muy peculiares. El piso era del mismo tono pero un poco más claro gracias a las baldosas del suelo que eran brillantes. Frente a mi a varios metros más adelante había una enorme ecalera que llevaba al siguiente piso y como si en el suelo hubieran flechas que me indicaban hacia donde ir avancé hacia las escaleras para subir por ellas.

Misteriosa Luna (#EA2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora