Capítulo catorce

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Gulf estaba feliz de que Pearl lo despertara en medio de la noche, necesitando un biberón, ya que estaba con el culo al aire en la cama de Mew y no quería que Rain los encontrara de esa forma, de nuevo, en la mañana. Se puso sus bóxers y su bata y fue a alimentar a Pearl, balanceándose en la mecedora de su habitación y luego la hizo eructar.

Se quedó dormida antes de que pudiera colocarla de regreso en su cuna.

―¿Gulf? ¿Gulf? Vomité. ―Rain tiró de su brazo, llorando.

Parpadeó. Tenía un calambre en el cuello por haberse quedado dormido en la silla.

―Está bien, cariño. Déjame acostar a Pearl. ―La metió en la cuna y luego se arrodilló para hablar con Rain―. ¿Vomitaste en tu cama?

―No. En el orinal. ―El niño comenzó a sollozar―. Lo siento. No me siento bien.

―Oh, cariño, sólo quería saber si teníamos que limpiar tu cama .―Atrajo a Rain más cerca―. ¿Quieres venir a la cama conmigo?

―Quiero estar contigo y con papi... ―Rain estaba ardiendo, su pequeño cuerpo estaba empapado de sudor.

―¿Rainnie? ¿Bebé? ¿Estás bien? ―Mew llegó tambaleándose, con un par de pantalones cortos puestos del revés.

―No, está enfermo. Tiene fiebre y vomitó. Vamos a darle un poco de Tylenol para niños y ver si conseguimos que se duerma. ―Se encontró con la mirada de Mew―. Quiere dormir contigo y conmigo. ―Si Rain no estuviese enfermo, estaría muy contento de lo bien que este se ajustaba a la forma en que les gustaba dormir últimamente.

―Está bien. Sí. Ven aquí, bebé. ―Mew abrió los brazos y Rain se acercó a él y rápidamente vomitó, todo sobre Mew.

―Oh, Dios. ―Gulf se levantó y agarró a Rain―. Ve y toma una ducha rápida, hombre. Me encargo de esto.

―¡Quiero a papi! ―Rain gritó y luego Pearl empezó a llorar.

―Rain, cariño. Tengo que limpiarme y luego estaré contigo, ¿vale?

―¡PAPI!

Mew asintió hacia él. ―Cálmala, yo bañaré a Rain conmigo. ¿Podrías traer la medicina y un poco de zumo de naranja, cuando estés-

Rain volvió a descontrolarse.

Gulf asintió y le entregó a Rain. Pobre chico. Agarró a Pearl y volvió a la mecedora, meciéndose. Rain dejó de gritar. Por lo menos no había llamado a su mami. Eso era algo.

Escuchó el agua correr en el baño principal, escuchó a Mew cantando en voz baja y los sollozos de Rain se desvanecieron.

Siguió meciéndose, los párpados de Pearl se hacían más y más pesados. ―¿Escuchas a tu papi y tu hermano, dulce niña? Es un gran sonido.

Suspiró suavemente, su pequeño puño se apretó contra su pecho.

Besó la parte superior de su cabeza. ―Te amo, cariño. ―¿Cómo podría no amar a estos dos dulces pequeños?

Se quedó dormida y Gulf la dejó en su cuna, luego fue en busca de un poco de Tylenol y un poco de ginger ale. El zumo sólo empeoraría las cosas, demasiado ácido para un malestar estomacal.

Encontró a Mew y a Rain en la cama de Mew, las mejillas de Rain estaban brillantes y rojas, con los ojos medio cerrados y vidriosos.

―Ey, ¿te sientes mejor, Rain?

Mew, Gulf y yo - MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora