Capítulo 3: Dos caras de la moneda.

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-Que tenga una buena noche- dijo tímido al cliente que apenas lo había mirado mientras salía.

Daniel había conseguido un trabajo, por un sueldo mínimo, pero había conseguido un trabajo. A medio tiempo, turno nocturno en una tienda de convivencia, perfecto para su otro cuerpo.

Con dos cuerpos los gastos de su vida se habían duplicado, estaba obligado a vivir en turnos de 12 horas para mantener la salud de ambos cuerpos. El cuerpo nuevo durante el día y el cuerpo viejo durante la noche. Algo conveniente, aunque a menudo sus pensamientos lo consumían con la duda y la preocupación de perder su otro cuerpo de la nada, justo como había llegado. Su realidad lo atormentaba todo el tiempo, era como un sueño o tal vez una pesadilla.

-Bienvenido- hablo cuando escucho llegar a otro cliente.

Daniel no había esperado que las cosas terminaran así, pero realmente no podía vender alcohol a menores y esperar no ser despedido.

Esa noche fue golpeado por segunda vez por Zack.

Y después fue obligado a aceptar todos los términos de su agresor al ser fotografiado desnudo.

Un duro golpe de realidad.

Daniel estaba acostumbrado a la humillación continua, así que solo tuvo que superarlo

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Daniel estaba acostumbrado a la humillación continua, así que solo tuvo que superarlo. Incluso llamo a su mama cuando se tomó un pequeño descanso mientras le contaba cómo le había ido, omitiendo la paliza. Su cara estaba hinchada por los golpes y solo podía esperar que la noche terminara para escapar de esa vida. O eso pensaba.

Cuando algo inesperado pasó.

Theon entro a la tienda de convivencia luciendo como un zombi, no reacciono ante el saludo de Daniel y este solo lo miro extrañado por su comportamiento raro pensando que tal vez estaba ebrio, aunque para su buena suerte solo parecía dormido ya que tomo una bebida energizante y un montón de comida chatarra, se encamino a los caramelos y tomo uno y lo examino pensante, luego agarro otro y otro y otro. Había tomado en total unos diez pero aun parecía dudar si debería tomar uno más o si ya llevaba suficientes, al final lo tomo mientras maldecía entre dientes, acción que Daniel considero graciosa.

Coloco la montaña frente a Daniel era tanto que no había manera de que se vieran entre ellos ya que ambos eran bajos. Comenzó a cobrar y empaquetar todo en tres bolsas.

-Son 70 en total- dijo cuando termino.

-aquí tienes- pago.

Daniel estaba seguro de que no lo había reconocido y se sentía feliz por ello, prefería no ser visto en esas condiciones, pero cuando vio que el chico no se movió, y más bien lo miro fijamente supo que la suerte no estaba de su lado.

-¿qué te paso?- pregunto Theon con voz somnolienta mientras miraba su cara llena de moretones, tallo sus ojos y extendió su mano para picotear sus heridas como un niño que quiere comprobar si es verdad.

EL REY DE LOS BUFONES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora