-thirty; lonely

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capítulo treinta; solos

Se miraban mutuamente, cada uno de ellos sentado en una esquina diferente de la habitación, Mónica había prometido que tan solo hablaría con él una hora, pero sus palabras habían sido profanadas por ella misma

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Se miraban mutuamente, cada uno de ellos sentado en una esquina diferente de la habitación, Mónica había prometido que tan solo hablaría con él una hora, pero sus palabras habían sido profanadas por ella misma.

Después del baile, cuya escena seguía repitiéndose en su cabeza, ambos habían vuelto a la casa de la pelirroja quién al llegar se había sentado en su cama y Jasper, al contrario, en la silla de su escritorio.

Desde entonces, les había sumido un silencio el cuál parecía aterrador pues ninguno de ellos lo había roto hasta el momento. Mónica trataba de ordenar sus pensamientos que divagaban entre el sufrimiento que Jasper había traído a su vida y el sufrimiento que con solo aparecer había disipado.

Los orbes verdes de Mónica rompieron el contacto con los ambarinos del rubio, sus ojos se dirigieron a sus manos que doblaban con delicadeza el bordillo de su calcetín a rayas.

Al hacer esto, la chica pensó en el azar. ¿Acaso podría la misma razón de por qué se conocieron decidir si no deberían haberlo hecho nunca? ¿Si su calcetín izquierdo no estaba arrugado ayudaría a su mente?

La respuesta era un rotundo no, sin embargo, ella quería una respuesta rápida.

Habían pasado dos semanas desde el día en que comenzó a ignorarle y cada día Jasper había pensado en maneras de acercarse a ella, al principio tan solo le había pasado una nota en literatura-la única clase en la que compartían asiento-, Mónica contestó arrugando el pequeño papel amarillo.

La pelirroja sonrió de lado al pensar en las numerosas notas que él había escrito y en cómo había arrugado todas y cada una de ellas.

El corazón de la joven se aceleró cuando esta levantó la cabeza, teniendo en frente al rubio.

El vampiro se había levantado de su asiento cuidadosamente, sin tener el control de sus piernas caminó hasta la cama en dónde una Mónica distraída jugaba con sus calcetines y había esperado.

A Jasper no le importaba cuánto tiempo ella tardara en volver a aceptarle en su vida, pues él seguiría a su lado como amante o como amigo observando como la felicidad volvía a apoderarse de su rostro siendo él quién se la otorgase u otra persona.

—Jazz...—su apodo salió de los labios de la pelirroja sin que esta se diera cuenta.

—Mónica, voy a decir algo y necesito que me escuches aunque sea la última vez que lo hagas.

La pelirroja asintió lentamente.

—No soy un ser que merezca el amor, nunca lo he sido y nunca pensé llegar a serlo. La eternidad lleva consigo una época de soledad y la mía, Mónica, terminó al conocerte.—el rubio acarició la pálida mejilla de Mónica quién le observaba absorta en sus cálidas palabras, las cuáles diferían de la gélida temperatura en su piel.—Y permaneceré a tu lado, me ames o no, velaré por ti hasta el día en que me asegure que una persona te ame tanto como yo llego a hacerlo y sé con certeza que ese día no llegará. Te amo, ¿entiendes? Y pasaré el resto de la eternidad repitiéndolo.

La pelirroja respiró profundamente, las lágrimas que se acumulaban en sus ojos provocaron que su vista se nublase y tuviera que apartarla de Jasper.

—Por favor, amor, di algo.

—Jazz...Tú hiciste desaparecer la tristeza de mi vida con tu mera presencia, pero también me sumiste en la desesperación.—la preocupación era palpable en el rostro del rubio hasta que ella soltó una carcajada repleta de melancolía—Y debo ser la persona más ingenua de este universo por seguir amándote y te prometo, Jasper, que siempre que estés solo, de ahora en adelante, estaremos solos juntos.

Jasper sonrió ampliamente, las lágrimas del rostro de la pálida muchacha fueron limpiadas antes de que sus labios se juntaran en un dulce beso que componían una coreografía la cuál con cada movimiento expresaba cada pensamiento que habían tenido en la ausencia del otro.

Las lágrimas de Mónica tornaban el beso salado, Jasper sonrió en medio de este haciendo que ella se separase.

—¿Sabes? Estás hecha una mentirosa.—bromeó el rubio.

—Oh, cállate.—se quejó Mónica pensando en la cantidad de veces que le había insultado en vez de rechazarle.

La pelirroja volvió a besarle tirando del cuello de su camisa, ambos cayeron entre risas en la cómoda colcha se la chica que fue atrapada por el cuerpo del rubio.

Entre dudas, Mónica desató los dos primeros botones con sus dedos temblorosos. Jasper la frenó entrelazando sus dedos con una ceja arqueada.

—¿Estás segura? Yo...No quiero descontrolarme y hacerte daño.—la pelirroja asintió lentamente.

—Sé que no lo harás, Jazz, no soy humana, no tengo su misma resistencia.

—¿Segura?

—Segura.

-FINAL DEL ACTO DOS-

que bonito coño, encima estoy con el período y lo veo todo más sentimental además de ser el final del acto dos pero ey que capaz es una santa mierda de capítulo y yo aquí poniéndolo en un pedestal. ah y aviso todavía estoy trabajando en mi universo de harry potter so estén atentos

bueno les quería decir que estaba pensando en cambiar el faceclaim a holland roden pues siento que sophia está muy chiquita para Jasper jsjjs no sé, además de que sophia no tiene muchos gifs
así que voten amores

-Holland Roden ( o otra )

-Sophia Lillis

m-oddinsdottir

cigarettes || jasper hale (twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora