Prólogo

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Naruto y Sakura estaban junto a Yamato y Sai en una misión. Por fin habían recibido noticias de un avistamiento de Kabuto por el País del Arroz, así que ahora tenían que encontrarlo a toda prisa y acabar con él.

La Cuarta Gran Guerra Ninja había terminado hacía medio año. El resultado había sido la victoria de la Alianza sobre Madara Uchiha y Akatsuki. Naruto pudo derrotar a Madara gracias a Sasuke ya que los dos se juntaron para derrotar al ancestro Uchiha. El rubio siempre recordaba las últimas palabras de Sasuke.

-Naruto... tengo que pensar demasiadas cosas. Pero ahora no es un momento para nuestra lucha. No lo olvides, está predestinado. Más adelante nos encontraremos y tendremos nuestra batalla final. Eso será cuando sepa las respuestas a mis preguntas.

Esas fueron las palabras de Sasuke antes de marcharse junto con sus compañeros. Ahora Sakura y Naruto estaban mucho mejor ya que habían visto que había cambiado un poco. Quizás en el futuro volverían a ser un equipo sin tener que matar a nadie.

Sin embargo, ahora eso no importaba. La guerra había dejado muchas bajas, pero habían podido llegar a la paz. Mas aquella podía romperse por culpa de Kabuto, por lo que debía ser capturado.

-¿Y qué hace aquí Kabuto? -preguntó Naruto viendo el desierto en el que estaban.

-Ni idea -comentó Yamato.

-Esto es muy grande... deberíamos dividirnos -sugirió Sakura.

-Es buena idea -dijo el capitán Yamato-. Sai... tú vendrás conmigo. Los otros dos id por el otro lado -dijo Yamato.

Bien, a solas con Sakura-chan. Pensó Naruto contento.

Normalmente Yamato era el que iba con Sakura. Sin embargo eso era porque en caso de dividirse es el ninja más fuerte del grupo el que debe acompañar al médico. Y ahora ese era Naruto y nadie lo dudaba.

-Vamos Naruto -dijo Sakura llamando la atención del rubio.

-Si Sakura-chan -dijo el rubio contento.

Esos dos seguían siendo muy buenos amigos. Naruto estaba locamente enamorado de ella, eso nadie lo dudaba en toda la villa. Ni siquiera Sakura. Lo cual en realidad hacia que muchas veces estuviese triste. Ella quería mucho a Naruto. Era sin duda el mejor amigo que había tenido jamás e incluso muchas veces llegó a pensar que la vida sería más sencilla si ella también le quisiese.

Era atento, cariñoso y la quería mucho. Sí, sin duda la vida sería más sencilla si ella también estuviese enamorada de él. Incluso una noche se planteó muy seriamente decirle a Naruto para comenzar una relación juntos, ya que aunque no le amase él sería feliz y se esforzaría en hacerla feliz. Pero el miedo de romperle el corazón a la persona que más felicidad merecía en el mundo era demasiado grande. No podía hacerle eso.

-Hey, Naruto, mira por allá -dijo Sakura llamando la atención de su mejor amigo.

-¿Qué pasa? -preguntó el rubio.

-Es una cueva... deberíamos examinar si Kabuto se encuentra dentro -dijo Sakura.

-Sí, vamos -contesto Naruto entrando primero por la abertura que había en la montaña.

Entraron por la cueva pero estaba muy oscura. Sakura no podía ver nada al igual que Naruto.

-Ojala tuviésemos luz -dijo Sakura.

-Ah... tengo una idea.

El rubio activo su modo Bijuu Rikudou Sennin que lo hacía brillar con una fuerte luz naranja. Ahora iluminaba toda la cueva.

-Soy una linterna -dijo Naruto haciendo reír a Sakura.

-Estamos en una misión, no me hagas reír -dijo Sakura tratando de calmarse.

Por el momento la cueva era tan rocosa y seca como las que abundaban por la zona, hasta que llegaron a una gran puerta de hierro. Tenía impresa unos símbolos extraños; sin duda eso les extrañó y decidieron abrirla. Algo fácil para la súper fuerza de Sakura y los súper brazos de Chakra del rubio.

Al entrar vieron un pequeño puente de diez metros que iba hasta un círculo en el suelo, el cual parecía flotar en medio de toda la esfera mientras todo lo demás caía al vacío. En realidad, se encontraban en una sala oscura, iluminada tan solo por una tenue luz morada, completamente esférica, con raros símbolos por todo el lugar. En aquel pequeño círculo había un pedestal en el centro.

Cuando dieron un paso pudieron ver una figura que rápidamente reconocieron como Kabuto. Realmente estaba allí. Lo habían encontrado. Por fin.

-¡Kabuto! -gritó Naruto entrando.

-Llegáis tarde Naruto-kun -dijo Kabuto poniendo una mano en el pedestal.

Comenzó a brillar con una fuerte luz morada. Los símbolos de la pared también brillaron en morado. Todo era muy extraño.

-¿Qué es eso? -preguntó Sakura.

-Decidme chicos... ¿Qué hay más allá del mundo? -preguntó Kabuto dándoselas de listo.

-El universo -respondió Sakura rápidamente.

-¿Y después? -preguntó Kabuto de nuevo.

-Nada... el universo lo es todo -dijo Sakura.

-Te equivocas... ¿Y si resulta que después del universo hay algo más? -dijo Kabuto con cara de loco.

-¿Algo más? -preguntó Naruto extrañado.

-¿Y si hubiese un cúmulo de Universos Paralelos dentro de un mismo Multiverso? ¿Y si nuestro mundo solo fuese uno de esos Universos? -preguntó Kabuto haciendo extrañar mucho al os chicos.

-¡Estás loco! -grito Naruto.

-No puedo conseguir el Sharingan en nuestro mundo. Pues me iré a otro a buscarlo -dijo Kabuto concentrando todo su chakra.

Las luces que iluminaban toda la esfera comenzaron a girar, cegándolos a ambos. De hecho, la luz que salía del pedestal creció y creció hasta que los engulló. Estaban en absoluta ceguera, pero Sakura se sostuvo del brazo de Naruto para asegurarse de no extraviarse de él. Todo era muy extraño, pero una sensación de cálida energía los rodeó por completo. Al final todo aquello pasó y la sala volvió completamente a la normalidad. Después de todo pudieron ver que todo seguía en su lugar, excepto que Kabuto ya no estaba con ellos. Al menos no habían ido a parar a ningún lugar desconocido. Seguían allí, en su mundo... o eso creían.

Road to ninja | NaruSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora