Capítulo 2. "La hermosa mujer de Marco"

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     Alemania, 20 de Marzo del 2019.

     Bella.

     Marco está detenido, aunque eso no es una novedad. Por razones que desconozco, está siendo inculpado por todos los crímenes de su padre. Son delitos que sucedieron hace cuatro años, que hasta la fecha de hoy habían sido ignorados por la ley. Como dijo el abogado, alguien presentó argumentos contundentes, lo cual permitió la apertura de un caso judicial en contra de Marco.

     Marco fue la única persona que se atrevió a exterminar la maldad de Rixo ¿Y ahora lo culpan de sus delitos? Es ridículo. Nuestro abogado asegura que el panorama del caso es complejo. Mijaíl Queens, mejor conocido como Jaíl, es el profesional a cargo de la defensa de Marco. Mijaíl es un antiguo colega de Marco, desde que escapó de Alemania han trabajado juntos.

     Han pasado seis días desde que lo detuvieron en la cafetería y desde entonces que no lo he visto.

     - ¡Y una mierda! – golpeo el escritorio – ¡Tengo que ver a mi novio, joder!

     - Bella – susurra cansado –. Marco te necesita al mando. Si vas a la cárcel, te pueden reconocer.

     Mi caso fue uno de los más divulgados en dos mil quince. Ser la hija del pastor más conocido de la ciudad, dio pie a un gran escándalo y revuelo en Núremberg. Pero a estas alturas, lo último que me importa es mi procedencia de sangre.

     Marco es mi novio, el amor de mi vida. Necesito verlo, ni siquiera Jaíl ha podido conseguir una visita familiar. Además, lo tienen restringido de todo. Le dieron el derecho mínimo de visitas al abogado defensor, es decir, solo puede hablar con su cliente lo justo y el proceso debe ser bajo vigilancia.

     Es absurdo.

     - ¡Me vale una mierda, Andros! – lo observo – ¡Estamos en problemas! – cierro mis ojos por unos segundo e intento buscar la calma – Eres el socio principal de nuestra mafia, es ilógico que no puedas solventar ni un problema.

     - No me involucres en este asunto, chica rubia – responde sereno –. Sabes perfectamente que la segunda al mando eres tú.

    - Pero...

     - Sin peros – me regaña –. Es cierto que trabajo con Schell, pero no me da el derecho de ayudar al cien por ciento a Marco. Hace años el consejo prohibió juntar a dos mafias con la finalidad de crear una. No hay manera de que meta mis manos en este asunto, lo único que puedo hacer por ti es ser tu proveedor de ayuda financiera.

    En seis días los negocios descendieron un treinta porciento de sus ventas, lo cual es preocupante, es una cifra muy alta para una simple semana. Todo esto se deriva de la captura de Marco. Nuestros clientes más fieles se han negado a costear cualquier producto de nuestra procedencia. Lo hacen como una medida de precaución, de esta manera evitan exponerse ante la ley e involucrase en un caso judicial complejo para cualquier criminal. En cierto punto lo entiendo a la perfección, Marco es uno de los peces gordos del país, su captura levantó un revuelo en la sociedad mafiosa. Él está siendo investigado hasta el fondo y cualquier persona que tenga alguna conexión con él, podría perjudicarse a sí mismo y a nosotros.

     En el mundo de la mafia no se puede confiar en nadie.

     Las ventas son necesarias para mantener el negocio a flote y demostrarle al consejo que no necesitamos una "mano" auxiliadora. Esto es un mundo oscuro, donde todos desean poder. Si un comprador de nuestro negocio es pescado por la policía, fácilmente puede exponernos sin remordimiento alguno.

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