Luz en las tinieblas

El chico del árbol

En la sala común de Hufflepuff todo parecía estar de cabeza, chicas corriendo de un lugar a otro, algunas estuvieron horas y horas preparándose para este baile para lucir hermosas, cuando ellas ya lo eran. Kendra estaba nerviosa, sentía como sus manos temblaban, había acordado con Matthew que se verían en el gran salón.

Mientras tanto la castaña trataba de ayudar a unas cuantas compañeras, se acercó a una pelinegra que se encontraba cepillando su cabello.

- ¿Te parece si vamos juntas al gran salón? - Preguntó la joven mientras se acercaba a Tabit

-Me encantaría, Kendra, pero; ¿qué sucedió con Ollivander? –

-Acordamos vernos ahí-

Tabit asintió, una vez que la joven terminara de arreglar su cabello la castaña la tomó de la mano y juntas emprendieron su camino hacia en gran comedor, vaya que la pelinegra era divertida, ¿Cómo es que nunca había cruzado más de dos palabras con ella?

-Te decía, el agua es muy útil- comentó la castaña mientras caminaba a su lado

-Definitivamente, ¿tienes hambre? podrías calmarla un poco con agua, ¿tienes sed? Bebe un poco de agua

-Por supuesto, si alguien te molesta, tan solo podrías solo lanzarlo al lago

- ¡oh, por Merlín! –

Kendra sintió como su estómago comenzó a doler debido a las risas, al llegar a la entrada del gran comedor se encontraron con una gran sorpresa, en la entrada del gran comedor había un grupo de aproximadamente quince personas, todas acompañadas por cierto Hufflepuff, Matthew se despidió de aquellas personas y se acercó a las Hufflepuff.

- ¡Hola!, por Merlín, se ven muy bien- Sonrió el joven castaño

-Ollivander...- Tabit saludó al castaño. -Debo irme, gracias por acompañarme, Kendra- La chica se despidió de sus compañeros y entró al gran salón, a la castaña le pareció un poco extraña el cambio de actitud de la pelinegra, decidió restarle importancia, después hablaría con ella.

-Señorita Kowalski, ¿me haría el honor de acompañarme? - el castaño ofreció su brazo a la joven, Kendra sonrió y lo tomó, la música sonaba en aquel lugar, un par de pelirrojos se acercaron a los Hufflepuff.

-Mira esto Feorge, si es Ollivander. -

-Eso veo Gred, grande Ollivander, ¿Cómo es que lograste esquivar a Snape?

Matthew sonrió al par de hermanos Weasley y hablo con ellos sobre todo lo que Chris y él tuvieron que hacer para lograr sacarlos de aquel lugar, Kendra se disculpó y fue a buscar a sus amigas dejando a los chicos. La castaña caminó hacia donde estaba el ponche, ahí se encontraba Janeth con una cara de pocos amigos.

- ¡Jan! - La Hufflepuff gritó emocionada al ver a la Slytherin. -Me alegro que hayas venido, ¿Ves? No es tan malo.

-No tuve otra opción, era esto ò Alana me sacaría del equipo de Quidditch este año.

Probablemente su amiga no hubiera estado hablando en serio, pero debía admitir que le parecía estupendo el amor que sentía la Slytherin por el Quidditch.

La Hufflepuff comenzó a caminar entre la multitud, al mirar a la derecha descubrió que Matthew también estaba bailando. Tal como ella habría imaginado que bailaba si alguna vez le hubiera dado por pensarlo, el joven extendió la mano a la chica, Kendra la tomó, el castaño la hizo girar le brillaban los ojos, ella risueña a más no poder. Matthew la miró a los ojos y se rio también.

Empezó a bailar con ella, ambos seguían el ritmo de la música, Kendra comenzó a cantar aquella canción, podía cantarla al revés, era su canción favorita, el Hufflepuff arqueó la ceja, sonrió divertido, él se sabía el estribillo y cantó junto con ella.