La Luz De La Oscuridad.

Propuesta.

Vidal y yo nos separamos.
Yo regreso a  "Ta Erípia" para que Mariana descansé, pues es un "Alma dormida" está destinada a descansar en las ramas del "Gran Árbol" esperando a que regresen su esposo e hijos.

Vidal se fue muy enojada por la intervención de "Dolí". Espero que pronto se le pase.
Una vez, ya en "Ta Erípia" coloco el alma de Mariana en una rama para que pueda descansar, junto a su padre y madre.
Una vez termino, voy a mi cuarto donde está Dolí.

- Dolí, ¿Porque lo hiciste?- mantengo una postura algo indiferente hacía Dolí, aunque en realidad, entendí el porque lo hizo.

- sabes que no puedo quedarme con los brazos cruzados ante escenas así - Dolí me mira en busca de comprensión y la encuentra.

- Sabes que ya no perteneces a ese mundo - se lo digo con la esperanza de que entienda una vez por todas, mientras le acaricio la mejilla.

Ella me sujeta la mano, buscando apoyo y yo la sujeto más fuerte.

- Lo se... - Dolí solo frunce el seño, en un intento de no soltarse a llorar.

Le beso la frente.

- te propongo algo - suspiró - se que nada te puede detener, así que, en la iniciación de las Almas recién llegadas, que será en dos días, tú podrás marcharte - hago una pausa - pero, deberás ocultarte aquí, ya sabes, por cualquier cosa.

Dolí me sonríe, dándome gracias por todo.

- me da tanta vergüenza que hagas estás cosas por mi, no las merezco, pero... Las necesito - Dolí me abraza muy fuerte, soltando lágrimas en silencio.

Yo no puedo curarla, pero haré cualquier cosa por verla feliz, aunquesea un poco.
Para distraer la mente de Dolí, le cuento sobre mis pequeñas almas, le cuento sobre Marcos. Un señor de 45 años que falleció de un infarto. Le cuento sobre su peculiar vida llena de amores no correspondidos.
También le platico sobre el joven Ulises, un muchacho que falleció a los 16 años y su feliz vida, tanto familiar como educativa. Trato de contar todas las locuras que hacen los señores que murieron de una edad avanzada, pues ellos son los que más se emocionan al tener de nuevo el cuerpo de un niño de 5 años. Dolí escucha atentamente todo lo que le cuento, sacándole una que otra vez una pequeña sonrisa. Y así nos pasamos el rato, hasta mi próxima misión, charlando de todo un poco.

- Así que, aquel muchacho es el Gran Liam, ¿he? - trata de disimular el gran asombro y la admiración que tiene sobre esa leyenda.

- ¡Ay! No me hables de él, se que soy mala por pensar asi, pero en verdad detesto a Liam - no puedo evitar enojarme cuando Dolí menciona a Liam.

Ella solo suspira, algo cansada.

- he de admitir, que me ha caído bien - confiesa tímidamente - es divertido, me gustaría poder ayudarlo un poco.

- ¿en qué? O ¿Porqué? - digo algo disgustada y extrañada.

- el viento me a dicho que lo han abandonado - mira la puerta, pérdida en algún pensamiento suyo - es como yo.