La princesa y el guerrero

El castigo

–¿Co... Cómo?– Pregunto Milk entre confundida y sorprendida

–Te pregunte si ese sujeto de cabellera alborotada es la razón por la cual permaneces en este lugar– Le dijo su amiga mirándola de forma acusadora –Pareciera que estas muy bien adaptada a este lugar y a tu posición, la cual hasta donde he escuchado no es muy buena y quisiera saber si ese hombre tiene algo que ver– La joven pelinegra suspiro con resignación

–Así es... ¡Pero no como te lo imaginas!– Se apresuró a aclarar al ver que la chica de cabello azul iba a protestar

–Explícate...

–Kakarotto, el sujeto que te trajo, él me quito el radar, encontró la esfera del dragón y no sé dónde la oculto– Respondió abatida

–¿¡Que!? ¿Cómo paso?

–Bueno, todo empezó cuando aterrice...– Y Milk le conto a grandes rasgos su vida durante las pocas semanas que llevaba viviendo en el planeta Vegeta

–Ya entiendo– Dijo Bulma cuando el relato de su amiga termino, después la miro sospechosamente –No me estás diciendo todo ¿Verdad?

–Pues... Tenemos poco tiempo y...

–¿Por qué ese tal Kakarotto te está ayudando?

–Bueno...– Sus mejillas se ruborizaron –Creo... Creo que le gusto

–¿Crees?

–Es que... cuando recién llegue el trató que yo... Bueno... Que nosotros...– AL ver su incomodidad y como su sonrojo aumentaba Bulma entendió

–¡Por Dios, Milk!– La sujeto de los hombros y la sacudió un poco –¿Te lastimo? ¿Se aprovechó de ti? ¿Te hizo daño?

–¡No!– Se apresuró a aclarar –¿O sí? ¡No! Bueno...– Por imposible que pareciera el sonrojo de la chica aumento –Yo no...

–Milk ¿Estas tratando de decirme que lo que sea que paso entre ustedes no te desagrado del todo?– La pelinegra bajo la mirada avergonzada

–¡No! ¡No sé!– Levanto la mirada –Pero eso no importa, yo nunca me he olvidado de la misión que se me encomendó

–Pero Milk, ¿Cómo no va a importar? Estamos hablando de tus sentimientos

–Salvar a la Tierra es más importante...– Para sorpresa de Milk, Bulma comenzó a acariciar su cabeza como si se tratara de un niño pequeño

–Es cierto, Milk, pero eso no significa que debas privarte de cosas tan naturales para una mujer como enamorarte y experimentar

–Yo no estoy enamorada...– La voz de Milk perdió convicción mientras terminaba la frase, cosa que no pasó desapercibida por la científica

–¿Cómo lo sabes si nunca has estado enamorada antes?

–¡No es verdad! Yo...

–Lo que te paso con Yamcha fue solo un enamoramiento pasajero, la mayoría de mujeres lo experimentamos, la prueba de eso es que pudiste seguir siendo su amiga... Y también la mía

–Pero...

–Escucha Milk, tu eres la más joven de todos nosotros y aun así no dudamos en poner sobre tus hombros un peso tan grande como es salvar la Tierra y viajaste en completa soledad durante dos años enfrentándote a diversas criaturas y monstruos, yo no lo hubiera soportado...

–¡Porque estamos tratando de salvar nuestro planeta! Y te juro que en ningún momento me he olvidado de...

–Lo sé– La interrumpió su amiga –No estoy regañándote, solo estoy tratando de entenderte, eres mi amiga y me preocupo por ti, este lugar está lleno de hombres salvajes y no parece que sean muy amables que digamos, pero me parece que ese hombre se preocupa por ti... muy a su manera– Milk desvió la mirada visiblemente avergonzada –Es obvio que le interesas, pero ¿Y tú? ¿Sientes algo por ese hombre?