〰Oscuridad, y la luz que acabó con ella〰

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N/A: Haló, soy big.jot0, y pues esta es mi primer aparición en esta cuenta, espero les guste esta historia, es cortita pero bonita, solo quería saludarlxs y presentarme xd, sin nada más que decir, bienvenidxs a Solar Ecplipse <3


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Oscuro.

Todo lo que recuerdo desde siempre es una plasma oscura y siniestra. No había arriba, no había abajo, no había a dónde ir, a dónde quedarse, simplemente estaba ahí, estático en el mismo lugar, en medio de la nada, en medio de todo. Tenía miedo, ¿se suponía que debía de quedarme aquí por siempre dando vueltas por todo el planeta Tierra? No quería, no estaba preparado para eso, ¿estaré solo hasta que dentro de algunos cuantos años el ser humano destruya el planeta en el que habita? ¿Seguiré aquí incluso después de su inevitable autodestrucción? Me quedaría solo, vagando entre este inmenso (técnicamente infinito) y oscuro lugar. 

El espacio exterior no está completamente vacío, no es un vacío perfecto, contiene una baja densidad de partículas, predominantemente gas hidrógeno y radiación electromagnética, además, el universo a gran escala, está formado por galaxias y agrupaciones de galaxias, además de estrellas y sus astros asociados cómo planetas y asteroides, eso significaba que había billones de planetas y (digámosle de esta forma) billones de sistemas solares, lo que significaba que había mas astros como yo, cientos de miles de millones como yo. Solamente en Júpiter y Saturno, hay mas de 60 lunas en cada planeta, mientras que en Marte, hay solo 4. Los humanos que viajan al espacio (astronautas se autodenominan) han visitado nada mas y nada menos que 178 lunas solo en el Sistema Solar. Había billones a mi alrededor, entonces, ¿por qué aún así me sentía tan solo, tan vacío? 

No lo entendía, y tampoco quería darle demasiadas vueltas al asunto, me volvería loco si lo hiciera, pero eso no quitaba el hecho de que tenía un enorme vacío en mi, una gran soledad, y un miedo a esa soledad, a que durara para siempre. Pero a pesar de este gran vacío que había en mi, había esperanza de acabar con el, de llenarlo.

Yo me formé hace unos 4.500 millones de años, consecuencia de la colisión de un embrión planetario del tamaño de Marte con la Tierra, se podría decir que soy el "hijo" del planeta Tierra. 

Yo me creé 100 millones de años después que la Tierra. Me creé 100 millones de años después, de esa estrella, centro de nuestro sistema planetario, de esa estrella, mi única estrella, no me importaba que hubiera trillones de estrellas más, ni estrellas 48 veces más grandes que ésta, para mi, era la más brillante, opacaba a todas las demás, era único, era especial, era grandioso, era mi luz en la oscuridad de mi alma, era mi esperanza. Era mi Sol. 

Literalmente, era el Sol, esa estrella enorme que le daba la vida al planeta Tierra, el que me daba vida a mi. Tanto literalmente como metafóricamente.

Primeramente hay que reconocer que el Sol es una gran estrella y yo soy sólo un satélite natural, el Sol se encarga de atraer tanto a la tierra como a mi y a los demás planetas mediante la fuerza de gravedad, en pocas palabras, el Sol le ayuda a la Tierra a mantenerse donde está, y a mi con ella. Sin el Sol, yo, la Tierra, y todos los planetas que orbitan por aquí, estaríamos flotando por quién sabe dónde. Aparte, sin el Sol yo no brillaría para la Tierra, recordemos que yo no emito luz natural como el Sol, la luz que los humanos ven en mi, es en realidad la luz del Sol reflejada en mi superficie, que me ayuda a brillar y ser ese satélite hermoso que a tantos humanos les gusta.

Pero quitando la parte literal, la parte científica, el Sol era el que me daba vida a mi, el que hacía que me sintiera realmente vivo, el que me daba su luz para tener un propósito para vivir, para existir, el que me daba esperanzas, el que me impedía, inconscientemente, que me sintiera completamente inútil y solo en este Universo, era el único cuerpo celeste en todo el universo que realmente estaba conmigo, que me acompañaba. Él único que podía hacerme feliz.

Pero nada es perfecto.

No podía estar cerca de mi Sol. Entre nosotros había un enorme vacío de miles de kilómetros, 384,400 kilómetros para ser exactos, ¿cuánto es eso? Aproximadamente 30 Tierras. 30 malditas Tierras era lo que nos separaban.

Le quería, y no podía estar cerca de el. No sabía si el sentía lo mismo que yo, no me importaba tampoco, ¿era mucho pedir poder estar cerca de el? Al parecer si.

Se cree que todo está planeado, cada movimiento, cada pequeña acción es parte de una serie de miles de acciones más que a su vez, desencadenan consecuencias específicas. ¿Estar lejos de mi Sol era un eslabón en la cadena del destino? ¿Si me acercaba a el, desencadenaría consecuencias fatales? No lo sabía, tampoco quería hacerlo, si estar lejos de mi Sol era obra del destino, bueno, que se joda el maldito destino.

Amaba a mi Sol, le quería demasiado, y no iba permitir que algo tan insignificante como el 'destino' me prohibieran estar cerca de el, a su lado, siendo feliz.

Llevo demasiado tiempo solo, sintiendo un vacío dentro de mi, un hoyo negro, y ahora que por fin encontré a alguien que llenara ese vacío, no lo iba dejar ir por nada del universo. Y no permitiría que nadie, ni siquiera el mismísimo creador, me impidiera estar cerca de el.

Así que esta es la historia, de como mi Sol y yo, desafiamos todas las leyes, como desobedecimos a todo y a todos, para ser felices, juntos.






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⏰ Última actualización: Jan 02, 2021 ⏰

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