Los días pasaron con normalidad, como si ese beso jamás hubiera sucedido. Si bien la pelirroja evitó contactarse con Brandon después de esa noche, sería inevitable encontrarlo en la escuela. De algún modo tendrían que hablar de ese momento, pero se llevó la sorpresa de que Brandon no recordaba lo que pasó en la fiesta. Por un momento pensó que había mentido para no hacer incómodo el ambiente. Se trataba de un simple error que cometió por beber demasiado, solo que ni siquiera recordaba haberla visto en la fiesta. Itzel prefirió no ahondar más en el tema para evitar que su memoria regresara. Así sería más sencillo continuar con su relación actual, a pesar de que ya no volvería a ser la misma de siempre ahora que era más consciente de la presencia de Brandon a su lado.
Podían seguir conversando, pasando tiempo y divirtiéndose como siempre en la escuela o después de la salida; sin embargo, Itzel no podía dejar de pensar en el beso y las razones que lo motivaron a hacerlo. Desde luego que no iba a preguntar al respecto, el problema era que no podía olvidarse de aquella cálida sensación. Dentro de su mente se libraba una guerra entre un lado de ella que parecía tomarle interés a Brandon y el otro que alegaba que sólo le había gustado el beso. Algo de las hormonas revueltas propias de los adolescentes que ya se le pasaría después, aunque tampoco podía ignorar ese pequeño sentimiento que crecía en su interior.
17 de marzo
Al ser el día de San Patricio, Brandon no podía perderse el desfile en el centro de la ciudad con sus amigos a pesar de las altas probabilidades de lluvia. Con el fin de no perder el espíritu festivo de la fecha, fue preparado sutilmente de verde para la ocasión. No era de sus colores favoritos, pero era necesario integrarse con el resto de las personas. Se encontraría con sus amigos al mediodía en una de las plazas principales cerca del desfile y después se irían a almorzar juntos en algún lugar cercano, tal vez también a probar algunas bebidas tradicionales. Brandon aún era menor de edad, así que tuvieron que ingeniárselas para que nadie lo notara bebiendo.
Su almuerzo se prolongó más de lo esperado por lo que se vieron obligados a correr hasta la calle principal para conseguir unos lugares decentes. El desfile ya estaba por iniciar y todavía les faltaban como dos cuadras para llegar. Brandon siguió corriendo con la mirada fija hacia su destino cuando vio a alguien que llamó su atención. Otro grupo de amigos también estaban apurados en llegar al mismo lugar que ellos, pero su mirada se desvió en el pelirrojo de pecas que había pasado a su lado. Apenas lo había visto unos segundos, pero no pudo evitar pensar en lo extraño que era el gran parecido que tenía con la pelirroja que él conocía. Algo así como una versión masculina de ella, porque incluso tenía casi el mismo tono de azul en sus ojos, similar al mar. Tuvo la intención de detenerlo para tener una mejor vista de él, solo que el desconocido ya se había camuflado entre la multitud de pelirrojos que estaban ahí.
Esa simple imagen hizo que pensara en la pelirroja. A lo mejor debió preguntarle si tenía planes para ese día, aunque hubiera una alta posibilidad que los tuviera al lado de Freya. O tal vez le hubiera respondido que estaba libre, pero no tuvo el valor de preguntarle. Quería evitar decir alguna estupidez y arruinar el momento, porque no sería la primera vez que sus palabras lo traicionaron. Se preguntó qué estaría haciendo en ese momento ¿Estaría en algún lugar del desfile? Si lo estaba, quería verla.
Entonces, llegaron a encontrar un buen lugar con buena visión a pesar de estar casi al final. Tuvieron suerte de que un grupo de niños se ubicaran delante de ellos. Continuaron hablando mientras esperaban que apareciera algo en el camino, solo se podía oír la música aproximándose hacia ellos. Estaban comentando de la siguiente reunión que tenían planeado, aunque no había un lugar dónde celebrarla. Se suponía que iba a ser en casa de Adam, pero él no se veía muy convencido con la idea de aceptar. Ni siquiera estaba prestando atención en la conversación, se alejó un momento para hablar con una chica. No le hubiera importado en lo mínimo si es que ella no hubiera mirado hacia él, porque se trataba de Freya. Eso solo podía significar una cosa.
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¿Fue parte del destino?
Teen FictionDicen que del odio al amor hay un paso ¿será eso cierto? La historia de dos chicos que viven experiencias y emociones en el transcurso de los años, y de los que nunca se esperaron. Ambos metidos en sus propios mundos y por su lado hasta que de algún...