Camina y No Mires Atrás

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"Nunca deben alejarse mucho de los campos de entrenamiento cachorros, o sino los humanos malvados vendrán, los meterán en cajas de acero y se los llevarán a su gran ciudad donde serán vendidos como mascotas a la nobleza..."

Primus Rayda Garraroja siempre nos contaba historias de terror sobre humanos antes de dormir, mientras acariciaba con ternura detrás de nuestras orejas y apagaba las velas de nuestra barraca antes de salir. Nuestra primus era muy diferente a lo que un cachorro estarías acostumbrado a encontrar en cualquier otro Fahrar de las legiones, ella nos trataba como si en verdad fuéramos sus hijos a pesar de que sabía que estaba completamente prohibido hacerlo. Aun así, ella seguía siendo una maestra muy estricta durante los entrenamientos diurnos, pero durante las noches era muy dulce con nosotros.

Entre mis compañeros de escuadra llegamos a pensar que su forma de actuar tenía algo que ver con la cicatriz que tiene debajo de su vientre. Hace un par de días atrás llego su tribuno a nuestro Fahrar para conversar con ella en privado, nosotros no pudimos aguantarnos la curiosidad y nos acercamos a su tienda para escuchar lo que ocurría. El tribuno se escuchaba preocupado, intentaba animarla por algo que había pasado hace mucho tiempo atrás, pero nuestra Primus solo se mantenía en silencio... Tal vez por eso nos cuida y nos protege de mas, especialmente sobre lo peligroso que son los humanos... Ella casi nunca nos cuenta acerca de su vida como soldado, y cada vez que le preguntamos solo nos muestra una gran sonrisa y nos dice que pronto lo sabremos. Un par de veces su cicatriz quedo al descubierto durante los entrenamientos, y cada vez que ocurre la cubre rápidamente con su garra y corre hacia su tienda sin decir nada... Es por eso que mis compañeros de escuadra y yo decidimos portarnos lo mejor posible frente a ella, en lo que se pueda considerar "portarse bien" para un cachorro Charr de nuestra edad.

Estábamos muy orgullosos de la Primus Rayda, y es por eso que este año deseábamos regalarle algo muy especial para su cumpleaños. Flores, piedras brillantes o muñecos hechos a mano, lo que fuera que pudiéramos encontrar o construir durante nuestra próxima excursión al campo del Fahrar.

Aquella mañana el cielo se encontraba despejado, una suave brisa otoñal corría sobre nuestros pelajes, nuestros días de excursión al campo era nuestras favoritas ya que podíamos sentir la suavidad del césped bajo nuestras patas en comparación del metal frio al cual estamos acostumbrado a diario. Primus Rayda no le agradaba estar lejos de la Ciudadela Negra y "exponernos a tantos peligros" como siempre nos decía, pero aun así estaba obligada a sacarnos de excursión al menos una vez a la semana a los bosques cercanos. Correr cinco kilómetros, practicar natación en el gran lago, escalar los pequeños acantilados y luchar con devoradores salvajes, ¡los días de excursión en campo eran los mejores! Después de una mañana tan agitada nuestra Primus siempre nos permitía un tiempo libre antes de regresar a la Ciudadela Negra, siempre y cuando no nos alejáramos muy lejos de ella. Todos esperamos a que quedara dormida para poder reunirnos sin que pudiera escucharnos, decidimos hacer una pequeña competencia para ver quien encontraba el mejor regalo de cumpleaños y debíamos estar de regreso antes de que ella despertara. Vi a Nancy recoger unas semillas de pino junto con unos palitos y rocas para convertirlo en una muñeca; Rony se acercó al riachuelo e intentaba atrapar algunos peces con sus garras; Frank subió a lo alto de los acantilados donde habíamos visto unas flores muy bonitas; yo aún no encontraba algo que me gustara para regalarle, así que decidí alejarme un poco más de lo que estaba permitido, ¡si deseaba ganar tenía que arriesgarme más que los demás!

Cruzando dos riachuelos encontré una cueva sin explorar, me acerque a la entrada de la misma y me percate que algo brillaba en su interior "¡De seguro encontrare alguna gema!" pensé, y sin darme cuenta ya me encontraba dentro de la misma. Dentro de la cueva el ambiente se sentía pesado... Solo había ingresado un par de pasos cuando empecé a sentir un escalofrió recorrer por todo mi cuerpo... "¡No puedo detenerme ahora, debo ser valiente!" intentaba motivarme hasta poder llegar a mi regalo perfecto, a pesar de que mis piernas no dejaban de temblar del miedo. Mi visión empezaba a fallarme, la cueva se sentía fría y humedad pero una luz tenue empezó a titilar en el fondo, "¡Ya casi lo logro! ¡Solo un poco más!" pero fue precisamente en ese momento cuando suaves susurros comenzaron a retumbar dentro de las paredes de la cueva... Susurros que provenían de aquella luz... "Los encontraremos... Pronto todos estarán con nosotros..." Todos los pelos de mi cuerpo se erizaron, me detuve de golpe y lágrimas de miedo comenzaron a brotar sin parar... "Primus Rayda... Ayúdame..." quería dar media vuelta y salir corriendo de regreso a la entrada de la cueva, pero estaba tan oscuro que me costaba orientarme. En medio de mi desesperación, sentí como algo sujeto mi brazo y tapo mi boca para que no pudiera gritar.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2020 ⏰

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